La noticia de la compra de ONO a manos de Vodafone surgía hace unos meses, en marzo, cuando el operador rojo anunciaba un principio de acuerdo. La transacción fue tasada en 7.200 millones de euros. No obstante, el proceso de compra quedaba supeditado al organismo regulador en Europa. De este modo, la operación pasó a competencias de la Comisión Europea, que tendría la última palabra en este importante movimiento en el mercado de telecomunicaciones en España. Ese momento ha llegado hoy con el OK del supervisor europeo , por lo que oficialmente Vodafone ya está en disposición de adquirir ONO.
Ya es oficial. Vodafone tiene vía libre para materializar la compra de ONO, una adquisición que salía a flote por los primeros rumores y que el grupo británico anunciaba el pasado mes de marzo, pero que no ha podido confirmar hasta que el organismo regulador en Europa diese el visto bueno a la operación. Sin embargo, después de varios meses de espera, la operadora roja ya tiene el consentimiento de la Comisión Europea para iniciar el proceso legal que finalizará con la absorción de ONO.
Vodafone ya tiene el OK de Europa
El acuerdo alcanzado entre Vodafone y ONO llega a su fin tras el OK de la Comisión Europea. Con el consentimiento del regulador europeo, tan solo queda formalizar la compra de la cablera. Ese momento se alcanzará en un periodo que no superará, en el peor de los casos, las tres semanas.
Posteriormente ambas compañías seguirán operando de forma independiente, con las ofertas comerciales que disponen actualmente en sus catálogos. No obstante, Vodafone ha indicado que de forma paralela los equipos de ambas firmas trabajarán de forma conjunta para tejer una oferta comercial definitiva, esa que aúne los servicios de fibra óptica y TV de ONO con las tarifas de telefonía y banda ancha móvil de la operadora roja.
El futuro de Vodafone en España está en marcha
Desde que la marca Vodafone se instaurase en España allá por el año 2001 tras la paulatina adquisición de los títulos de la extinta Airtel, ésta es la segunda operación de envergadura del consorcio de Vodafone Group en nuestro país. Con la compra de ONO, los intereses de la teleco se centran en aprovechar los principales activos de la hasta ahora firma de Cableuropa, que son las conexiones de FTTN distribuidas a través de la red troncal de fibra óptica de ONO. Con la cobertura de esta infraestructura y la reciente inversión para cablear el resto de regiones allá donde los británicos tienen dominio, Vodafone espera configurar una oferta convergente con la que ofrecer a sus clientes servicios de banda ancha y telefonía fija, TV y telefonía móvil bajo factura única. El objetivo no es otro que lanzar una propuesta comercial más atractiva y económica que se adecue a la demanda actual de este tipo de servicios. Y es que la evolución del mercado de telecomunicaciones en España demanda cada vez con más fuerza este tipo de combinados, fórmula que hasta la fecha ha sido un filón para ONO y Jazztel.
De cualquier modo, la compra de ONO supone igualmente una herramienta de defensa contra las otras dos grandes del sector, Movistar y Orange, las compañías con mayor margen de maniobra y recursos para mantenerse como adversarios directos en banda ancha fija, móvil y televisión de pago.