El Ministerio de Fomento de España ha mostrado, a través de un comunicado en su página web, su clara postura frente a los servicios de empresas como Uber que según dicta la ley española, son actualmente ilegales y dado que no tienen las licencias y autorizaciones correspondientes de la Administración, no se puede asegurar la seguridad de los usuarios, que podrían incurrir en penas de hasta 600 euros por utilizarlos.
El Ministerio de Fomento se ha puesto de parte de los gremios y asociaciones de profesionales del taxi con su último comunicado y ha dejado clara su postura ante los servicios que ofrecen empresas como Uber o BlaBlaCar desde sus aplicaciones en smartphones que tanto han dado que hablar en los últimos días.
Según un comunicado publicado en su página web, motivado por el ruido mediático causado por la polémica causada tras la llegada a España de UberPop en Barcelona y otras plataformas de contratación de servicios de transporte de viajeros en vehículos de turismo particulares para las que «el Ministerio recuerda que es necesaria dicha autorización y que los Servicios de Inspección del Transporte Terrestre velarán por el cumplimiento de la legislación vigente en la materia.»
Según indica Fomento, esta autorización es básica para asegurar que el servicio recibido por los usuarios reúne las condiciones de seguridad y calidad adecuadas, algo que no se puede asegurar si el prestador del mismo no ha sido acreditado por la Administración. El Ministerio además señala las multas a las que se pueden enfrentar tanto quien ofrezca como quien use estos servicios, siendo de hasta 6.000 euros – subiendo hasta 18.000 en el caso de reiteración – para los primeros y de hasta 600 euros para los segundos.
Hay que recordar que no todos los servicios que ofrecen empresas como Uber entran dentro de esta polémica. Esta empresa tiene en marcha otros cinco – UberX, Taxi, Black, SUV, LUX – centrados el ofrecer vehículos de alta gama con conductores con todos los permisos y licencias, algo parecido a lo que hace Cabify, o bien conectar a los taxistas a estas redes, como también lo ofrece otra española, MyTaxi.
Sin embargo, la expansión de servicios como UberPop, el que ofrece la posibilidad a los particulares de utilizar su vehículo propio para transportar viajeros, o BlaBlaCar, visto como una forma de compartir gastos, la zona gris donde opera y escuda su legitimidad de momento, es imparable en Europa. En el Viejo Continente también se ha encontrando con la oposición de autoridades locales y gremios pero cuenta con el apoyo decidido que recibe de la Comisión Europea. Neelie Kroes, vicepresdente de la Comisión Europea, mostró un apoyo total a este tipo de iniciativas y recientemente, el portavoz comunitario de Agenda Digital, Ryan Heath afirmó que “nadie dice que los conductores de Uber no deban pagar impuestos, respetar las normas y proteger a los consumidores. Pero prohibir Uber no les da la oportunidad de hacer las cosas bien».
¿Y vosotros qué pensáis? ¿Se deberían permitir este tipo de servicios tan convenientes para los usuarios que los pueden contratar y pagar desde su teléfono móvil o son una competencia desleal además de ser inseguros para los usuarios, e ilegales, como defienden desde el Ministerio de Fomento y las asociaciones profesionales? Dejadnos vuestra opinión en los comentarios.
Fuente: Ministerio de Fomento