Lo primero que solemos hacer los usuarios antes de comprarnos un teléfono inteligente es, cuando dudamos entre varios, es decir, casi siempre, comparar las especificaciones técnicas de uno y otro. Es decir, revisar la configuración técnica según los componentes de hardware para deducir, a través de esto, cuál de ellos ofrecerá un rendimiento mayor. Sin embargo, a menudo prestamos poca o ninguna atención al software que montan estos dispositivos móviles, y es sin duda un error. Así lo demuestra esta «comparativa» entre el Motorola Moto E y el Samsung Galaxy S5, en la que podemos apreciar las claras ventajas de Android Stock.
En primer lugar es necesario aclarar a qué nos referimos con Android Stock. Del sistema operativo móvil de Google, Android, podemos encontrar varias alternativas, y una de ellas es Android Stock. Esta versión está algo más «cargada» de software y bloatware que AOSP, pero a fin de cuentas se diferencia principalmente por traer precargadas las aplicaciones de Google y, evidentemente, sus servicios propios. Esta primera es la que correspondería al Motorola Moto E, mientras que el Samsung Galaxy S5 lleva una versión bastante más «nutrida» con una interfaz de usuario -UI- modificada por el fabricante y una importante carga de software propio del mismo, lo que en gran medida disminuye el rendimiento, y esta afirmación es real, aunque en algunos casos la variación sea prácticamente imperceptible.
¿Por qué el Motorola Moto E muestra una fluidez pareja a la del Samsung Galaxy S5?
No es un milagro, ni Motorola ha conseguido hacer un teléfono inteligente de bajo coste superior al Samsung Galaxy S5, ni mucho menos. Sin embargo, el Motorola Moto E viene con un software extremadamente liviano que permite al terminal, y a sus componentes de hardware, desenvolver con soltura lo que muestra en pantalla. Por su parte, el Samsung Galaxy S5 ofrece una carga mucho mayor de software que, por su capacidad y por el sector de demanda al que está orientado, no sólo es capaz de ejecutar sino que es «necesario» que lo implemente, y precisamente por esto es un terminal de gama alta. Así pues, es evidente que el Motorola Moto E mostraría un rendimiento muy inferior al del Samsung Galaxy S5 si incorporase el mismo software, e incluso podemos adelantar que quizá no podría ejecutarlo.
Para entenderlo de una forma simplificada, recordaremos que el software se puede ejecutar en primer o en segundo plano. Las apps que vemos se ejecutan en primer plano, y ambos permiten únicamente una app en primer plano -aunque el Galaxy S5 también es capaz de ejecutar dos simultáneamente con «Multi Window»- y también ambos son capaces de ejecutar varios procesos en segundo plano. Sin embargo, por su procesador y su memoria RAM, el Motorola Moto E puede mantener menos procesos en segundo plano, y así lo hacen los de Motorola con su terminal, por lo que ofrece un rendimiento sorprendente.
Fuente: 9to5google.com