En los últimos tiempos a Apple le han sonreído muchas cosas, por ejemplo las ventas, que batían récords con cada nuevo dispositivo que lanzaba al mercado y salvo los altibajos del valor de sus acciones, el único punto negro que de verdad podían temer era el de las condiciones laborales en sus plantas (subcontratadas) de fabricación y montaje, donde no llegaba al aprobado raspado.
Pero ahora incluso eso parece estar cambiando ya que en la última memoria confeccionada por los de Cupertino, que analiza al detalle cuál es el verdadero estado de sus cadenas de montaje y suministro de componentes que en el pasado fueron un foco constante de malas noticias, también está mejorando.
Pues bien, según esa memoria, Apple ha conseguido corregir la mayor parte de errores cometidos en el pasado, tal vez provocados por el hecho de tratarse de empresas ajenas a los americanos y que no contrataban ni ofrecían las medidas de seguridad, de horarios o edad laboral de acceso a la que estamos acostumbrados en Occidente. Por lo que el cambio ha sido progresivo y ha necesitado su tiempo.
Ahora mismo, Apple afirma que en lo que a componentes se refiere, ya no utiliza el tantalio, el tungsteno, el estaño y el oro que se extrae de países como la República Democrática del Congo, lugar de constantes conflictos y cuyo dinero podía acabar en las manos de algunos ‘señores de la guerra’.
También, en lo que se refiere a la explotación infantil, Apple confirma que frente a los 74 casos detectados en la memoria anterior, ahora mismo se ha reducido esa cifra a 23 y en lo que afecta a los horarios, han conseguido dejar las horas de trabajo semanales en 60, instando a compañías como Foxconn a pagar como extraordinarias todas las que se vayan sumando a esa cantidad, y siempre que el trabajador esté dispuesto a hacerlas voluntariamente.
Paralelamente, Apple también detectó casos en los que los trabajadores no recibían lo estipulado por los de Cupertino en países como Camboya, Indonesia y Birmania, lo que significaron duras sanciones para los encargados de contratar al personal que se saldaron con pagos a los trabajadores con el objetivo de hacerles recuperar su poder adquisitivo y que sólo en 2013 ascendieron a 3,9 millones de dólares.
Sea como fuere, nunca está de más que un gigante como Apple se preocupe de estas cosas. ¿No os parece?