Cuando el mundo globalizado empieza a salir de la recesión en la que ha vivido los últimos 5 años, y aunque el empuje de los mercados emergentes ha sido fuerte, la economía lo ha notado, ahora muchos países quieren ser los primeros en coger nuevas tendencias de comercio. En eso está China y sus empresas, como en este caso Xiaomi, cuyo único objetivo es ser líderes del mercado.
¿Se puede hacer negocio vendiendo smartphones a 50 dólares? Seguramente para muchas de las tradicionales empresas tecnológicas, incluidas las grandes cuyos costes de producción incluso podrían ser menores, será algo imposible, pero ahora bien, con el auge que están teniendo los fabricantes chinos, tanto dentro de sus propias fronteras, como fuera de la Gran Muralla, puede que una de las estrategias comerciales que tengan en la cabeza, una vez que den el salto internacional es simplemente ese: reventar los precios.
Eso es lo que parece tener en mente Xiaomi, que desde que llegó el ex de Google, Hugo Barra, ha tenido muchos movimientos más haya de lo puramente comercial. Y esa puede haber sido la clave, la conjunción del marketing de Occidente, justo a esa rotunda máquina industrial que supone Oriente. Si ambas ideas se mezclan, y eso parece ser que es lo que tiene Xiaomi en la cabeza, puede dar como resultado un verdadero disgusto a los grandes como Samsung, Apple, o incluso a los propios fabricantes chinos que se estaban posicionando ya a nivel internacional como Huawei, Lenovo o ZTE.
La fuerza del dragón de Xiaomi
Todo el mundo quiere tener un smartphone, de eso no cabe duda. Ahora bien, ¿todos los bolsillos de lo pueden permitir? Está claro que no. Y llegados a este punto hay una doble estrategia. Por un lado parece evidente que este precio tiene un mercado objetivo muy definido: países emergentes. Ahora bien, ¿deben quedarse solo ahí? Sería bastante arriesgado, además, en los países más “grandes”, o con mayor tradición de compras tecnológicas de alto valor añadido, también hay gente que no puede permitirse la compra de un iPhone por más de 600 euros, o incluso otras marcas que están en torno a los 400 euros.
Así pues, ese debe ser el gran objetivo de Xiaomi si de verdad quiere ser uno de los principales fabricantes. Conjugar una calidad próxima a los grandes fabricantes, pero a su vez tener un precio altamente competitivo.
Todo eso pasa, como ya hemos comentado, por las manos de Hugo Barra y lo que sea capaz de hacer en el tiempo que esté en Xiaomi. Su experiencia en los mercados internacionales parece fundamental para dar sentido a la estrategia comercial que tiene pensada llevar adelante la compañía china.