Aunque Apple quiere eliminar su dependencia de los componentes electrónicos de Samsung -los que utiliza para el ensamblaje de sus iPhone y iPad-, los de Cupertino deben seguir en manos de los surcoreanos, al menos unos años más. Y es que diversos proveedores en Asia han desvelado una nueva fase en su proceso de «divorcio». Por lo pronto, durante 2014 la fabricación del procesador Apple A8 para un supuesto iPhone 6 se repartirá a partes iguales entre TSMC y Samsung.
La relación existente entre Apple y Samsung puede considerarse como muy especial, y no con esto queremos decir que sea buena, sino que está supeditada a un buen número de condicionantes. Tal vez el caso más representativo de cómo se «quieren» ambas empresas sea las eternas denuncias por infracción de patentes que libran a lo largo y ancho del planeta. Los pleitos que libran en los juzgados ha sido determinante para que Apple decida volar sola, aunque esta decisión no será tan sencilla.
En proceso de transición
Y es que el objetivo de Apple es prescindir de los componentes de Samsung. Sin embargo, los gigantescos medios de producción de los surcoreanos son difícilmente sustituibles a corto y medio plazo. Dado que la demanda de los productos de Apple a nivel mundial es muy elevada, los de Cupertino necesitan un socio a la altura de sus estadísticas de venta y hoy por hoy ninguna de las alternativas es sólida en ese aspecto. Es por eso que la firma de la manzana llevará a cabo una transición gradual para que TSMC, el principal valedor para sustituir a Samsung, se adapte a las necesidades de Apple.
Reparto de la producción para los próximos años
Por lo pronto, siempre según la información proporcionada por DigiTimes extraída de los principales fabricantes de componentes en Asia, los californianos ya habrían firmado los contratos para cubrir la producción de procesadores para sus próximos gadgets de 2014 y 2015. La filtración se hace eco de un acuerdo que supondría que Samsung se encargará del 50% de la producción del procesador del iPhone 6, que integraría un chip Apple A8 con un proceso de fabricación de 20 nanómetros. Del resto se encargaría TSMC (Taiwan Semiconductor Manufacturing Company). Tal vez el dato más significativo sea el correspondiente al ejercicio de 2015. Para ese año Apple establecería un reparto de la producción de sus chips que denota su interés por prescindir de Samsung. Y es que la mayor parte de fabricación del supuesto procesador Apple A9, en 14 nanómetros, y posiblemente para un supuesto iPhone 6s o iPhone 7, recaerá en TSMC, que tendrá que hacer frente al 60% o 70% de los pedidos. Por tanto, Samsung vería reducida su cuota a un 30% o un 40%. ¿Acabará Apple por conseguir su propósito? ¿Será posible que TSMC sustituya al 100% a Samsung? ¿En qué medida afectará esta reducción de pedidos a los surcoreanos?
Fuente: DigiTimes.com