El HTC One Max es un phablet muy esperado por significar una apuesta de este fabricante por este segmento de los dispositivos móviles -que cada vez tiene más aceptación- y, además, por incluir un lector de huellas digitales, por lo que en esto se parece al nuevo teléfono de Apple iPhone 5s.
El funcionamiento del sensor, que está en la parte trasera, es realmente bueno ya que la ejecución de las diferentes acciones con las que se puede configurar es rápida (también lo es el reconocimiento de la huella). Pero lo cierto es que el lugar elegido para la colocación del accesorio no es el mejor posible, ya que no resulta especialmente ergonómico.
Pero hay otros apartados que destacan en el HTC One Max, como por ejemplo el integrar una pantalla de una gran calidad y, además, que su diseño con carcasa de aluminio permite continuar con el que ya se ha convertido en habitual en esta gama de productos del fabricante taiwanés. Por cierto, que su autonomía es de las mejores en el mercado de los phablet.
Eso sí, hay algunos apartados que hemos comprobado que son mejorables, como por ejemplo la ausencia de un estabilizador en su cámara trasera o que el procesador sea un Snapdragon 600, que no está mal pero no es el que ahora integran los terminales más potentes. Además, pesa más de lo que esperábamos.
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