Como era de esperar, y teniendo en cuenta la cantidad de miles de millones que mueve al cabo del año en mercado, las tecnologías móviles no podían quedarse al margen de los imitadores y profesionales de los accesorios no oficiales. No se trata de un fenómeno nuevo, pero algunas compañías están pensando muy seriamente ponerse manos a la obra y luchar contra estas acciones.
De esta manera, Samsung estaría meditando no dejar utilizar accesorios no oficiales para sus terminales que sean llevados a cabo por terceros. No sería algo aislado en torno a la compañía coreana, ya que Apple también está teniendo últimamente ciertos problemas con todos los accesorios que no llevan su firma oficial.
Estos problemas, en el caso de Samsung, y que sobre todo estarían enfocados en la próxima salida al mercado del Samsung Galaxy S5, tendría una doble vertiente. Por un lado, la más comprensible, la del dinero. Y es que todo lo fabricado por terceros es un ingreso que deja de obtener el gigante tecnológico. Pero no sería el único problema. También habría que contar con los daños de imagen que provocan productos no oficiales que luego tienen fallos y perjudican a los clientes.
El futuro de esta acción
No cabe duda de que se trata de una buena noticia, sobre todo porque se retirarían del mercado los productos que no son de auténtica calidad. Pero no es menos cierto que eso provocaría un efecto inmediato de subidas de precios al ser el fabricante quien controla por completo la producción de accesorios, ya que no hay duda de que los productos de Samsung son bastante más caros que esos otros hechos por terceros.
Este movimiento recuerda al bloqueo que ha llevado a cabo sobre el Samsung Galaxy Note 3 en ciertas regiones y que ha cosechado tan mala prensa para la compañía coreana. Por eso quiere andar con cuidado y todavía no confirma los movimientos que llevará a cabo.
Sea como sea, Samsung tiene que atender a estas dos cuestiones. Por un lado garantizar que su marca cumple con todos los requisitos, pero por otro, salvaguardar los precios de un aumento excesivo, y que su propia enseña no quede perjudicada en cuanto a imagen.