La polémica está servida con la llegada del nuevo código penal. Según se puede interpretar de esta, rootear un teléfono podría vulnerar uno de sus apartados y, de esta forma, los responsables ser condenados a unas penas que van desde los seis mesas hasta los tres años de prisión. Nada más y nada menos.
Concretamente, el problema se centra en la eliminación de los sistemas creados para proteger los contenidos que se ejecutan o incluyen en dispositivos electrónicos, ya que a partir de este momento se vulnera la propiedad intelectual. Por lo tanto, realizar acciones como por ejemplo un jailbreak a un iPhone potencialmente se puede considerar como delito (también el modificar una consola). De esta forma, la polémica está servida.
Concretamente, lo que indica la ley es lo siguiente en el apartado que interesa:
“Será castigado también con una pena de prisión de seis meses a tres años quien fabrique, importe, ponga en circulación o tenga cualquier medio principalmente concebido, producido, adaptado o realizado para facilitar la supresión no autorizada o la neutralización de cualquier dispositivo técnico que se haya utilizado para proteger programas de ordenador o cualquiera de las otras obras, interpretaciones o ejecuciones en los términos previstos en el apartado 1 de este artículo.”
Ciertamente se indica que el objetivo son aquellos que tienen el “ánimo de obtener un beneficio directo o indirecto” de la actividad en cuestión, pero también para los que simplemente perjudiquen “a un tercero”. Es decir, que desde tiendas, páginas web y personas individuales pueden ser acusadas. La verdad es que, cuando menos, la controversia está servida. Por cierto, que los teléfonos Android podrían librarse de estas implicaciones, ya que al ser un sistema abierto -incluso, compañías como Samsung ya dejaron claro que para ellos rootear un teléfono no es ilegal-.
La polémica ya ha comenzado
Como era de esperar, ya han comenzado a producirse todo tipo de comentarios al respecto ya que las implicaciones son muy amplias. Eso sí, es cierto que primero habrá que conocer en realidad como se aplica esta nueva ley, lo que es tan importante como el propio texto. Pero lo que es muy claro es que se pueden emprender acciones legales muy duras en situaones en las que antes no era posible y con condenas bastante duras.
Veremos finalmente lo que ocurre, pero este apartado escondido en el nuevo código penal puede tener unas implicaciones muy importantes desde que comience la aplicación. Además, habrá que ver la reacción de los usuarios, que normalmente no suele ser muy complaciente en este tipo de cuestiones y, la verdad, es que vista la dureza no es de extrañar. Seguramente ahora, los que tienen rooteado un teléfono no lo dirán a los cuatro vientos… no sea que pase algún policía cerca.