Según la información que nos llega, la llegada de los nuevos iPhone de Apple (iPhone 5S y iPhone 5C) está resultando en un registro del doble de demanda, en el mismo tiempo, que el iPhone 5 hace un año. Sin embargo, según demuestran las acciones de Apple en bolsa, los inversores han dado la espalda por completo a este movimiento que la compañía de Cupertino ha llevado a cabo y que tuvo su comienzo el pasado día 10 de septiembre, en la presentación de los nuevos iPhone.
Apple presentó el pasado 10 de septiembre, por primera vez, dos iPhone a la vez. Por un lado está el iPhone 5S, que es el relevo generacional «típico» de Apple dentro de que supone, aunque por fuera no lo aparente, un gran salto tecnológico por las innovaciones que se han introducido en este dispositivo que dobla la potencia del iPhone 5 y que, además, incluye un sensor biométrico para aumentar la seguridad del mismo. Por otro lado está el iPhone 5C, que supone un cambio más brusco para la política de Apple. Se trata de un dispositivo que sale muy «rentable» a la compañía, puesto que conserva gran parte de los componentes del iPhone 5 y, sin embargo, sus componentes resultan en un coste de producción menor.
Los nuevos iPhone 5S y 5C logran una gran demanda, pero no inversores
Los nuevos iPhone de Apple, tanto el iPhone 5S como el iPhone 5C, están generando unas cifras, en cuanto a demanda, que doblan las que generase el iPhone 5 el año pasado, algo excepcional. Estos datos están sorprendiendo, de primeras, a aquellos en disposición de vender estos dos terminales dado su negocio. Sin embargo, las acciones de Apple, en bolsa, han estado perdiendo valor desde el día 10 de septiembre, cuando fueron presentados los nuevos dispositivos (salvo ciertos momentos de «recuperación temporal»). El descenso de su valor ha llegado, este viernes, hasta el -6,60 %, algo extraño para la compañía.
¿Cual es el porqué de esta «contradicción»?
Parece ser que los «S» de Apple, hablando de los iPhone 3GS, 4S y 5S, no terminan de convencer a los inversores que sustentan la compañía con su capital. Y es que, a pesar de que se registren altos valores de demanda «puntual» con el lanzamiento de estos nuevos iPhone, los inversores no están contentos con la «conducta» o la política que Apple está llevando a cabo. Todos estos «S» que Apple ha estado lanzando cada dos años, suponen con respecto al modelo «no-S» una mera «actualización del dispositivo» y los inversores «premian» la innovación, no la actualización.
Ni el sensor biométrico, ni el procesador A7 que dobla la potencia del iPhone 5, ni siquiera la mayor autonomía del dispositivo o los nuevos colores del iPhone 5S han logrado su cometido completamente, que sería convencer a demandantes e inversores, sino únicamente de manera parcial, convenciendo a los demandantes.
Fuente: Yahoo! Know Your Mobile