El androide de Google tiene problemas. Al igual que en un pasado Microsoft u otras empresas se han enfrentado a los típicos problemas anti monopolio, ahora es el sistema de móviles más usado del mundo el que puede tener que dar cuentas delante de un juez.
Los principales agitadores de esta nueva movida judicial son Nokia y Microsoft quienes aseguran que Google ha licenciado su sistema operativo por debajo de su coste a cambio de exigir la instalación de aplicaciones clave para Google. Según los acusadores esto le da a Android una desproporcionada ventaja al posicionar sus aplicaciones clave, (YouTube, Google Talk, Gmail, Chrome…) en el 70% de los móviles del mundo. De paso parece ser que Google uso su posición dominante para forzar a los fabricantes de móviles a retrasar el lanzamiento de equipos con Windows Phone, sistema que usa en la actualidad Nokia y del que ya tiene en el mercado una nutrida gama de modelos de todos los precios y categorías.
Muchas posibilidades
Recordemos que los fabricantes que trabajan con Android, además disponen de la opción de personalizar el menú de sus móviles de una manera especial y diferenciadora sin que por ello merme no solo el uso de Android, sino la instalación de las aplicaciones exigidas por Google. De esta manera el fabricante ofrece un interfaz propio pero con toda la maquinaria de Android por debajo.
Lo mejor de todo es que Joaquín Almunia, político español del grupo socialistas y Vicepresidente y Comisario Europeo de Competencia es quien lidera el grupo de especialistas que están analizando si Google ha hecho o no una competencia podemos decir desleal para con los otros fabricantes de móviles. De momento los representantes de Google deberán responder a un total de 82 preguntas en las que analizará el funcionamiento de Android desde 2009.
Sanciones
Al final de todo esto lo que puede venir es una dura sanción. Por un lado se especula con una fuerte multa que se fijaría a partir de un porcentaje de las ventas de móviles. De igual manera podría haber modificaciones en cuanto a los programas y precios que Android cobra o exige a los fabricantes. Otro escalón que queda más lejano sería llegar a la prohibición de venta de productos, aunque viendo lo que ha pasado con Samsung y Apple todo es posible. De momento habrá que estar atentos ya todo apunta a que esto se convertirá en el culebrón jurídico del verano. Sino al tiempo.