Apple vuelve a ser actualidad por su creativa ingeniería financiera. Tras declarar que tiene nada menos que 150.000 millones de dólares en efectivo, va a pedir un crédito para comprar acciones propias por valor de 60.000 millones de dólares. ¿Cúal puede ser la razón de esto? La de siempre, ahorrarse un buen pellizco en impuestos.
Apple anunciaba hace unos días unas cifras récord de ingresos y pese a esto, los beneficios netos disminuyeron frente a los obtenidos el año pasado. Actualmente, en Cupertino poseen 150.000 millones de dólares en efectivo listos para gastar y ha manifestado su intención de aumentar la autocartera de acciones, es decir las que son propiedad de la propia Apple, gastándose en ello 60.000 millones de euros. Pero, en lugar de ese dinero que tiene en caja, va a pedir un préstamo para afrontar esta operación.
Le sale más rentable pagar intereses que impuestos
Es, sin duda, una operación que sorprende dado que no tendría que gastarse ni la mitad de lo que tiene, pero tiene una explicación interesante que muestra la arquitectura financiera que tiene Apple para ahorrarse mucho dinero en impuestos. Y es que, pese a que la cifra consolidada de la que presume Apple es impresionante, en realidad la tiene repartida en muchos países. Recuperar ese dinero y llevarlo a EE.UU. para pagar las acciones que quiere comprar significaría una imposición del 35% en impuestos. Evidentemente, le sale más barato pedir un préstamo y pagar los intereses, como indican en The Washington Post.
El objetivo final, aumentar la cotización
Pero además, este movimiento puede tener también como objetivo el de propiciar un aumento de la cotización de la acción de la empresa en Wall Street. De forma resumida, sería hacer que hubiera menos títulos bursátiles en circulación y ofrecer un suculento dividendo este año para hacerlas más apetecibles y que subieran su valor. Ni que decir tiene que el negocio puede ser redondo si dentro de un tiempo le sale bien la jugada y decide vender las acciones, que con un aumento de la cotización puede que le llegara a salir gratis.
El objetivo, pagar los menos impuestos posibles
Y es que las grandes corporaciones, no sólo Apple, en medio de esta crisis, son habituales protagonistas de muchos titulares económicos dada su habilidad para reducir al mínimo sus aportaciones a las arcas de los países donde operan y su creativas estructuras financieras. Empresas como Apple, Google, Amazon, eBay, etcétera, se pueden permitir el lujo de declarar pérdidas –o ganancias insustanciales– y pagar, por tanto, impuestos ridículos, como consecuencia de su capacidad para encontrar los recovecos y lagunas fiscales en los diferentes países. Tanto es así que, el pasado mes de noviembre, la Agencia Tributaria en España se veía obligada a crear una oficina para frenar los abusos fiscales de las multinacionales.
Y es que el año pasado veíamos como, en un año de facturación record donde multiplicó sus ingresos por 14, a Apple le salía la declaración de la renta en España a devolver. El método, legal aunque puede que no muy honorable, es que en realidad la división española compra los productos a la filial en Irlanda a un precio tal que la comercialización apenas le deja margen ni beneficios y, en consecuencia, le permite pagar pocos impuestos.
Por otra parte, hace sólo unas semanas la polémica saltaba también hace poco en «el patio del vecino». Como comentaban nuestros compañeros de ADSLZone, el Presidente de Google defendía no pagar impuestos. Eric Schmidt, en declaraciones a la BBC británica, afirmaba que es legítimo reducir a la mínima expresión el pago del impuesto de sociedades, aprovechando algunas lagunas legales que la Ley no acaba de regular. Las declaraciones de Schmidt están relacionadas con la acusación que recibió su empresa, junto con Amazon y Starbucks, por minimizar el pago de impuesto en el Reino Unido. En 2011, el gigante de Internet pagó solo 7 millones de euros, algo que fue calificado de inmoral por la Comisión Parlamentaria de Cuentas Públicas. Schmidt se justificó afirmando que dar trabajo a más de 2.000 personas y grandes inversiones realizadas en el Reino Unido son causas suficiente para decidir la cantidad de impuestos que pagar.
Hay que reconocer los beneficios que aportan estas empresas en las economías nacionales, pero su habilidad para evadir impuestos, más en una situación como la actual, no deja de empañar bastante la reputación que algunas han podido forjarse en los últimos años. ¿Qué opináis de las decisiones y los trucos de Apple, Google y demás empresas para casi no pagar impuestos? ¿Son aceptables para favorecer un libre comercio o habría que perseguirlas?