Cuando Vodafone presentó su nueva gama de tarifas bajo el eslogan “REDvolución”, uno de sus argumentos de venta fue la posibilidad de combinar la tarifa que necesitaras con el smartphone que más te gustara, pudiéndolo pagar en cómodos plazos. Sin embargo, esta opción de compra ha estado supedita a las tarifas RED y no a las denominadas Base. Esto va a cambiar en el mes de febrero cuando el pago a plazos sea efectivo para cualquier smartphone y cualquier tarifa, las Base incluidas.
Las tarifas RED de Vodafone son tres, con llamadas y mensajes ilimitados y una cantidad determinada de GB al mes para navegar. Sus precios son de 35, 50 y 70 euros al mes, dependiendo precisamente de los GB de navegación y de la capacidad de almacenamiento en la nube. Cuando Vodafone lanzó sus revolucionarios y nuevos planos de datos, después de que Movistar empezara con Fusión, ofrecía a sus clientes la posibilidad de pagar en cómodos plazos cualquier smartphone de gama alta, algo que estaba supeditado a la contratación de una de las tarifas RED mencionadas. Sin embargo, como informan desde Xataka Móvil, esto va a cambiar en el mes de febrero cuando la opción de pago a plazos se extienda también a las denominadas tarifas Base.
Las tarifas Base de Vodafone también son tres pero sus precios son mucho más ajustados que en el caso anterior. Aunque también están pensadas para hablar y navegar sus precios son de 9, 15 y 25 euros al mes. Bien, pues a partir del mes de febrero, los clientes de Vodafone podrán pagar a plazos cualquier terminal inteligente (excepto el iPhone 5) aunque contraten la tarifa Base más barata (1 céntimo el minuto para las llamadas, 500 SMS y 500 MB por un precio de 9 euros al mes más impuestos y compromiso de permanencia de 24 meses).
Tapando agujeros
La idea de REDvolución de poder elegir cualquier smartphone con cualquier tarifa y poder pagar el equipo en cómodos plazos será desde el mes de febrero posible para cualquier contrato RED o Base. La ampliación de esta posibilidad para aquellos que suscriben una tarifa muy económica, aunque siempre con contrato de permanencia de 24 meses, es la respuesta de Vodafone a las acciones de otros operadores que sí ofrecen alternativas similares. Y es que cuando la competencia aprieta, los beneficiados son los usuarios finales.