Venus, la embarcación de lujo de Steve Jobs, ya tiene la autorización necesaria para levar anclas. Los administradores de la fortuna del alma máter de Apple han llegado a un acuerdo con Philippe Starck, diseñador del interior del navío, de forma que se levanta la orden de embargo que retenía al yate en Ámsterdam. Ésta se producía tras la denuncia de Starck, que argumentaba no haber recibido los honorarios pactados por su trabajo.
Apenas una semana después de que saliera a la luz la denuncia de Philippe Starck y que propiciaba el bloqueo del yate de Jobs, los abogados de la familia han llegado a un acuerdo económico con el diseñador que ha permitido levantar la orden judicial que impedía traslado a EEUU.
Acuerdo verbal, el origen de todos los problemas
Al parecer, la clave de todo ha estado en las escasas cláusulas del contrato entre Philippe y Jobs. Su gran amistad propició que ambos acordaran el trabajo y remuneración del diseñador con un contrato que se le limitaría a un mero compromiso y acuerdo verbal. Sin embargo, la falta de detalles acerca de los emolumentos de Philippe ha sido la causa de la denuncia del francés. En un principio se pactó que Starck recibiese un 6% del total de coste de la embarcación, estimado en 150 millones de euros, lo cual revertía en unas ganancias de 9 millones para el diseñador. El hecho es que al terminar la fabricación del yate, el coste total se vio reducido en 100 millones, por lo que los abogados de la familia pagaron la factura con seis millones y no nueve como se preveía.
Ahora, y tras un acuerdo económico cuyos detalles no van más allá de un deposito a modo de fianza, se ha levantado la orden de embargo. De este modo, Venus podrá tomar rumbo a Estados Unidos donde la viuda e hijos de Steve Jobs esperan la embarcación para disfrutarla tal y como Jobs hubiese querido.