La tecnología NFC es un desarrollo inalámbrico pensado para dispositivos móviles y que se basa en la transmisión de grandes cantidades de datos de forma inmediata. Si bien es un gran avance en lo que a tecnología se refiere, que se está enfocando incluso para hacer pagos con el teléfono, no a todo el mundo le parece así. Un ejemplo de esto es Apple, que en el lanzamiento de iPhone 5 ya indicó que no está convencida sobre este desarrollo. Por el contrario, algunos de sus “rivales” en el mercado, como Samsung Galaxy S3, sí que lo incluyen.
Pues bien, a raíz de este acontecimiento, el Dr. Windsor Holden, analista de Juniper Research, escribió en su último informe que el crecimiento de la tecnología NFC sufrirá un desaceleramiento notable. Las previsiones eran que con este sistema de pago se facturarían unos 180.000 millones de dólares hasta 2017, pero lo más probable es que sólo llegue hasta los 110.000 millones. Un bajada muy respetable.
La no inclusión en iPhone 5, una de las razones para ello
Holden piensa que esta bajada en las previsiones tiene que ver con el “fallo” de Apple al no incluir la tecnología NFC en iPhone 5, que es ahora su dispositivo estrella. Argumenta, que esta decisión “es un duro golpe para la tecnología”, y que será más difícil de lo que se pensaba en un primer momento “convencer a los consumidores y adaptarse a lo que son nuevos medios de pago”. Por lo tanto, no es una cuestión menor que en Cupertino no se decidieran a utilizarla ya que, según ellos, hacía lo que los usuarios demandaban con esta ausencia.
Además, este analista vaticina que en EEUU y Europa occidental la implementación real de NFC tendrá un retraso de dos años y, por lo tanto, una menor tasa de crecimiento en lo que respecta a la adaptación en todo tipo de comercios y transacciones.
No sabemos si Apple cambiará su forma de actuar en un futuro respecto a NFC, o si seguirá sin incluir esta tecnología en sus futuros dispositivos, pero desde luego su postura ha hecho que las perspectivas sobre esta tecnología inalámbrica no cumpla con las expectativas, pero todo hace indicar que, antes o después, se convertirá en un estándar ya que cuenta con el apoyo de compañías como Google o Samsung.