La última y más famosa adquisición de Facebook, Instagram se actualiza para el iPhone 5 con sistema operativo iOS 6, de forma que permite el uso de la aplicación aprovechando la pantalla de 4 pulgadas que implementa el terminal. Realmente, la mencionada actualización no incluye demasiados cambios en sus prestaciones o en la interfaz de usuario pero sí optimiza el uso de la nueva pantalla.
La nueva versión de Instagram es la 3.1.0 y tiene un peso de 14,1 MB, disponible en nueve idiomas: inglés, chino, francés, alemán, italiano, japonés, coreano, portugués y español. Siendo compatible con iPhone, iPod Touch e iPad, requiere para su funcionamiento iOS 4.3 o posterior y ha sido optimizada para el iPhone 5, su principal novedad, ya que, como hemos dicho antes no trae grandes cambios en la interfaz de usuario.
Por tanto, las principales novedades de Instagram en su versión 3.1.0 son la compatibilidad total con la pantalla del iPhone 5 con sistema operativo iOS 6, la mejora de las opciones de restablecimiento de la contraseña, el rediseño del proceso de registro de nuevos usuarios y la habitual corrección de errores. La actualización ya está disponible en iTunes.
El éxito de Instagram
Esta aplicación, gratuita, es utilizada en los dispositivos móviles para compartir fotos que pueden ser modificadas, trucadas o ajustadas por los usuarios mediante una serie de herramientas como filtros, uso de marcos, utilización de colores retro, etcétera. Su fin último es que éstas puedan ser compartidas a través de las redes sociales. Inicialmente, Instagram fue diseñada para el iPhone aunque también se puede usar con iPod Touch e iPad y, a principios de abril, se dio a conocer la primera versión para terminales con sistema operativo Android. Por cierto, desde ese mismo mes, Instagram pasó a ser propiedad de Facebook que la adquirió por mil millones de dólares.
Ahora la aplicación se adapta a las nuevas tecnología y sobre todo, al aumento de las pantallas, en este caso la de 4 pulgadas del iPhone 5. Y es que los desarrolladores tienen que trabajar rápidamente para optimizar sus aplicaciones a las nuevas prestaciones de los terminales, ya que, si esto no ocurre, el temor a no poder usar cierto software en los dispositivos móviles más modernos, puede provocar falta de decisión en los usuarios finales a la hora de cambiar de equipo.