La compañía de las búsquedas se ha visto forzada, de manera temporal, a desactivar una función de seguridad que implementa Android 4.1, Jelly Bean destinada a acabar con la piratería de las aplicaciones de pago. Esta prestación ha generado errores de funcionamiento que han provocado el reinicio automático y la necesidad de reconfiguración e incluso de reinstalación de las aplicaciones.
La aplicación DRM –App Encryption– que viene precargada en la última versión del sistema operativo, Jelly Bean, tiene como finalidad terminar con la piratería en el mundo de las aplicaciones Android. Se trata de un sistema de cifrado para aquellas aplicaciones compradas a través de la Play Store y que permite su uso solo en el dispositivo en el que han sido descargadas y no en otros equipos con Android. Según un informe de errores de Google Code, el fallo afectaría a ciertas aplicaciones entre las que se incluyen varios fondos de pantalla animados y con movimiento, y aquellas con widgets o que tienen acceso al sistema de cuentas de Google.
El problema
El sistema de seguridad como tal, para acabar con la piratería de las aplicaciones de pago que se venden a través de la Play Store, no es mala idea. El problema ha sido cuando muchos usuarios, desde el comienzo de la implementación de Jelly Bean en el mes de julio, se han quejado de no poder acceder a algunas aplicaciones a pesar de haberlas adquirido legalmente a través de la tienda oficial de Google.
Según los desarrolladores, el problema reside en la forma en la que la aplicación encriptada se descarga e instala en el dispositivo. En vez de hacerlo en la habitual ruta /data/app, lo realiza en el directorio /mnt/asec que también está encriptado, al igual que los móviles Android salen con el mensaje de encriptado. Cuando el sistema operativo arranca se genera una memoria de rápido acceso (caché) de todas las aplicaciones instaladas en el dispositivo. El problema es que este proceso ocurre justo después de que el directorio /mnt/asec se monta, con lo que el sistema no puede encontrar los perfiles, ajustes y datos de las aplicaciones compradas y encriptadas, lo cual provoca el reinicio automático de estas y que los datos sean borrados cada vez que el dispositivo arranca.
Parece que de momento no hay una solución definitiva al problema (aunque sí algunas temporales como comprar e instalar la aplicación desde otras fuentes que no sean la Play Store), así que Google ha decidido deshabilitar esta función de encriptación temporalmente. Como esta función es específica de Jelly Bean, los dispositivos que no implementen esta versión no tendrán este problema.