En un reciente informe publicado por la firma de análisis financieros UBS, se afirma que las ventas del nuevo iPad se distribuirán al cincuenta por ciento entre el modelo solo Wi-Fi y la versión Wi-Fi más 4G. La mencionada empresa añade que el nuevo iPad será el catalizador que impulsará a los consumidores a conectar sus tabletas a las redes móviles de banda ancha, 4G.
Esta misma semana, publicábamos la noticia de que el nuevo iPad había conseguido superar los tres millones de unidades vendidas en tan solo cuatro días. Philip Schiller, vicepresidente senior de marketing de producto mundial de Apple, comentaba que era el lanzamiento de iPad con más éxito hasta la fecha y que sobre todo, estaban satisfechos por la respuesta de los clientes antes algunas de las nuevas prestaciones como la pantalla de alta definición. Bien, pues la firma de análisis financieros y de mercado UBS hace su propia predicción sobre las expectativas de ventas del nuevo iPad, diciendo que la mitad de las nuevas tabletas que se vendan serán en su versión Wi-Fi más 4G. Esto dará un gran impulso al uso de las redes móviles 4G.
Así, desde UBS añaden que con su pantalla de alta definición, un procesador más rápido y una cámara de mayor resolución, el dispositivo provocará un aumento de la demanda de conectividad a más velocidad, y para satisfacer esta necesidad está el LTE (4G). En el caso de Estados Unidos, esto se traduce en que la mayor cobertura LTE de la red de Verizon le dará una ventaja competitiva sobre AT&T a la hora de vender el dispositivo.
Antes del nuevo iPad
La página de tecnología GigaOM ha recogido el informe de UBS en el que se afirma que en las generaciones anteriores del iPad, las ventas se dividían en un 60 y un 40 por ciento entre el modelo solo Wi-Fi y las versiones con 3G. Por tanto, la nueva tableta iPad con la opción 4G, y según las mencionadas predicciones, arañaría un 10% a los equipos que solo disponen de conexión vía Wi-Fi. Más que las ventas del nuevo iPad o la distribución de las mismas, lo verdaderamente interesante es el impulso que están tomando las redes 4G por su capacidad para soportar tráfico de datos a mayor velocidad, algo que se está incrementando de manera exponencial y a lo que los operadores no le pueden dar la espalda.