Diversas informaciones apuntan a que Google y otras compañías introdujeron cookies de rastreo ocultas en los navegadores de Mac y iPhone. El motivo parecía ser el extraer información sobre los hábitos de sus usuarios y así mejorar las ventas en publicidad.
Tal y como recoge ADSLzone, la última polémica entre los dos gigantes de Internet acaba de estallar y no parece una información muy cómoda de lidiar para los de Mountain View. Las pruebas del espionaje de Google en el explorador Safari de los de Cupertino podrían levantar una gran polvareda además de, cómo no, un buen proceso judicial.
Un código no deseado que se instalaba en el navegador
La información parece venir de fuentes fidedignas ya que ha sido recogida por el Wall Street Journal y afirma que la instalación de esas cookies violaba expresamente la programación del software de Safari. El navegador de Apple no permite la instalación de estos elementos sin permiso del usuario. El hecho fue descubierto por un investigador de la universidad de Stanford que detectó la presencia de este código de Google en más de una treintena de páginas web. Su función era la de extraer los movimientos de los usuarios en la Red. Podría parecer para muchos una actividad bastante normal en Internet, pero cobra un matiz diferente cuando las compañías involucradas son dos gigantes del sector y rivales directos en el mercado de los teléfonos móviles y los navegadores.
Google ha respondido sobre el asunto quitándole importancia
Como era de esperar, Google ha declarado tras el escándalo que los hechos se han tergiversado y que la función de esa cookie no era la de espiar en absoluto. Al parecer se trataría de unos “códigos especiales” habilitados por los usuarios. Sea como fuere, la cookie en cuestión ya ha sido retirada y la mayoría de webs en las que se encontró desconocían incluso su existencia. No parecen buenos tiempos para ambas empresas acerca de la seguridad de sus usuarios frente a ataques a la privacidad. La polémica salpica a ambas constantemente estos últimos tiempos.