Detalles privados que van saliendo a la luz, pero que no dejan de ser sobrecogedores y reveladores del respeto y aprecio que se tenían Bill Gates y Steve Jobs. El genio de la manzana se fue para siempre con la carta de Bill Gates en sus manos.
Tan rivales y tan amigos, así era la relación de Bill Gates y Steve Jobs. Quizá sea para lo único que vale la muerte a veces, para que al final lo seres humanos dejen a un lado todo lo demás y mantengan solo eso: lo humano. Algo así es lo que ha pasado con Steve y Bill. Según se ha podido saber Gates envió una carta a Jobs días antes de que muriera. Una carta que Jobs leyó en sus últimas horas, según han informado varios medios. De hecho la mujer de Jobs, Laurene Powel, la encontró en la cama después que el genio de la manzana mordida nos dejase para siempre. Podemos decir que es una carta que le acompañó hasta sus últimos momentos.
Existe
Gates ha confirmado le existencia de esa carta en la que le comentaba que tenía que sentirse orgulloso de la compañía que había creado, sus productos y de su familia. Bill añadió que conocía a los hijos de Jobs y que era como para sentirse orgulloso de ellos. En cuanto a su rivalidad con Steve Jobs, Gates ha añadido que no hay nada de cierto, que eran serios rivales en los mercado pero grandes amigos personales. “No era necesario hacer las paces” dijo el creador de Microsoft.
Colaboradores
De hecho parece ser que Jobs colaboró bastante con la fundación filantrópica que Bill y Melinda Gates tienen desde que Bill se retirase de Microsoft en 2008. Volviendo al tema de la carta comentar que Bill Gates ha recordado que antes de esa carta visitó a Jobs en su casa personalmente y pasaron unas buenas horas hablando y recordando momentos históricos que ambos habían vivido. “Pasamos horas poniéndonos a recordar y hablando sobre el futuro”, dijo Bill Gates. En resumen dos genios de nuestro tiempo que lejos de los intereses de sus empresas, al final, se respetaban y se tenían aprecio. Gran gesto y palabras el de Bill Gates hacia Jobs y no menos sobrecogedor el hecho de que esa carta acompañase a Jobs hasta su muerte.