Razones por las que el Nokia Lumia 900 tiene una cámara digital de primera
Desde sus orígenes, la fotografía ha intentado emular todas las funcionalidades del ojo humano, comenzando por la posibilidad de capturar el más extenso histograma de colores e intentando realizar un enfoque a cualquier distancia. El Nokia Lumia 900, con su objetivo Carl Zeiss, consigue mejor nitidez y luminosidad que modelos anteriores.
Hasta el momento ninguna cámara ha sido capaz de replicar la cantidad de tonalidades que puede interpretar un ojo humano, ni tampoco realizar puntos concretos de enfoque a la velocidad a la que lo hace nuestro complejo sistema ocular, pero hay una serie de características funcionales que permiten a una cámara fotográfica capturar imágenes con una composición creativa que se le escapa a nuestra visión orgánica.
Lente compleja
La nueva generación de teléfonos inteligentes, sin albergar ningún tipo de complejo hacia las mismísimas cámaras réflex, como es el caso del Nokia Lumia 900, están ofreciendo cada vez prestaciones más sofisticadas, aproximándonos a un realismo interpretativo que se acerca cada vez más a lo que nuestro propio ojo ve. Con la ayuda de un software que permite una configuración específica –tanto manual como automática– de cada toma, se están alcanzando unos niveles de perfección inimaginables hasta hace muy poco tiempo en un dispositivo de tan reducidas dimensiones. En el caso del Nokia Lumia 900 su verdadera capacidad fotográfica reside en la complejidad y calidad de la lente. Como viene siendo habitual en los modelos de mayor factura de la marca finlandesa, nos encontramos un objetivo Carl Zeiss que permite una apertura máxima F2.2 y un gran angular de distancia focal 28 mm.
Panorámicas y con poca luz
Para los menos expertos en el complejo mundo de la fotografía digital, aclaramos cuál son las facultades que aportan al Nokia Lumia 900 su lente Carl Zeiss. Para empezar, una distancia focal de 28 milímetros nos informa de que estamos ante un objetivo que permite fotos muy angulares, en las que se capturan imágenes panorámicas sin necesidad de alejarnos demasiado de los objetos. Por su parte, la apertura de F2.2, permite la entrada de gran cantidad de luz a través de la lente (la antítesis de una focal F8, con una entrada de luz mínima) lo que nos permite realizar fotografías con muy poca cantidad de luz, sin necesidad de activar el flash.
Otra de las consecuencias de utilizar una lente angular y un diafragma de grandes dimensiones es que las imágenes resultan más nítidas y es más complicado sacar tomas movidas: estos fenómenos están relacionados con lo que se conoce en fotografía como profundidad de campo. Un ajuste de la abertura de F2.2 significa que los objetos más cercanos disponen de un enfoque nítido, mientras que los más lejanos (de fondo) los vemos borrosos, como se puede apreciar en la fotografía de estas hojas tomadas con un Nokia Lumia 900.