Para muchos es el smartphone perfecto, pero el Samsung Galaxy S2 tiene el mismo defecto que todos los teléfonos de su categoría: el alto gasto energético. Por norma general, la batería dura poco más que 24 horas. Sin embargo, os facilitamos una serie de trucos y recomendaciones que os ayudarán a extender su autonomía.
Fue uno de los primeros smartphone en aumentar la capacidad de la batería de los 1.500 mAh “estándar” hasta los 1650 mAh como mal menor para aumentar la duración de ésta. Y es que el Samsung Galaxy S2 es uno de los modelos más potentes y completos del mercado, pero eso tiene un precio. Mucha culpa la tienen principalmente el procesador Dual Core de 1,2 GHz y, sobre todo, la imponente pantalla de 4,27 pulgadas. Aunque disfruta de la tecnología Super AMOLED Plus, sinónimo de mejoras energéticas respecto a las LCD convencionales, requiere buena parte del consumo energético del terminal. ¿Cómo controlar este gasto y mejorar la vida de la batería? A continuación te proporcionamos algunas recomendaciones.
Tres estadios
Dividido en tres partes, nos proponemos ayudarte en la ardua tarea de prolongar la autonomía de tu Samsung Galaxy S2 más allá de las 24 horas. Si bien es cierto que un factor determinante será el propio uso que le demos al teléfono, también hay detalles que podemos cuidar. Por un lado nos centraremos en sencillos consejos que todos podemos realizar variando la configuración del sistema operativo. En la última entrega, más técnica, intentaremos ponerte al día sobre las modificaciones que tenemos a nuestro alcance y que podemos aplicar en el smartphone, variar parámetros del sistema operativo o sustituir algunas partes de su software por otras más optimizadas.
La pantalla
Sin lugar a dudas, uno de los elementos que más energía requieren para funcionar. No es un secreto que una de las configuraciones que podemos variar para conseguir más autonomía es el control del brillo. Si prefieres batería a “estética” puedes activar la opción de brillo automático o, mejor aún, buscar manualmente el nivel más bajo posible. Al principio puede resultar molesto, pero poco a poco te acostumbras. De esta forma notaremos una interesante ganancia de autonomía.
También es especialmente útil rebajar al máximo el tiempo de espera. Entre 15 y 30 segundos es lo ideal. De esta manera fomentamos que la pantalla se apague automáticamente lo antes posible. Igualmente podemos reducir el tiempo que permanecen encendidas las teclas del panel táctil a 1.5 segundos. Son pequeños detalles que al final del día suponen miliamperios extra. Por último, el Samsung Galaxy S2 tiene una opción para activar el ajuste automático de la energía necesaria para la pantalla. Activando esta casilla el teléfono analiza las imágenes y ajusta el nivel de brillo aún más dependiendo del color del fondo (especialmente en navegación web).
Otros aspectos que condicionan el gasto energético de la pantalla son, por ejemplo, la elección del fondo de pantalla o wallpaper. Es preferible desactivar los fondos animados y en la medida de lo posible, elegir imágenes con tonalidades oscuras. Debido a las propiedades de la pantalla OLED del Galaxy S2, los colores oscuros y el negro requieren un gasto ínfimo de batería.
Vibración
Aunque no lo creamos, la vibración en los smartphones tiene un gasto energético nada despreciable. Un motorcito con una pieza metálica colocada estratégicamente al final de su eje efectúa, mediante un corto pero intenso giro, la sensación de vibración. Es preferible desactivarla, pero no solo como medio de notificación, sino también la vibración que se produce cuando pulsamos las teclas, los efectos hápticos.
Modo Ahorro de energía
Para aquellos que no conciben modificar manualmente todos estos parámetros y la configuración inalámbrica del Samsung Galaxy S2 (que trataremos en la próxima publicación), cabe mencionar que tenemos disponible una opción automática denominada Modo de Ahorro de energía. Este modo podemos activarlo en cualquier momento o prepararlo para que entre en funcionamiento una vez alcanzado un tanto por ciento de batería determinado. Su efectividad va acorde a la personalización que imprimamos a la aplicación.