Samsung sigue en sus trece y no se le pasa por la cabeza ceder lo más mínimo en su contencioso con Apple. Al margen de la sentencia de los tribunales australianos seguirá pidiendo la venta del iPhone 4S en varios países.
Samsung y Apple no paran de meterse en líos. Aunque ayer contábamos que el CEO de Samsung estaría presente en el funeral por Steve Jobs y que eso habría la puerta a que él y Tim Cook acercasen posturas en cuanto al problema de las patentes, esa batalla que parece no tener fin. Pues no, parece que estos directivos saben como nadie separar los negocios de lo personal.
No hay tregua
A los hechos nos remitimos. Samsung parece que sigue con las suyas y no tiene intención de dar marcha atrás en las pertinentes demandas de Australia y Japón para parar la venta del iPhone 4S. En unas declaraciones realizadas a la agencia Reuters, un portavoz de la firma insiste en que los modelos de Apple deben ser prohibidos. Recordemos que el tablet de Samsung de 10 pulgadas, el modelo Galaxy Tab 10.1 no se puede vender en Australia según dictaminó un tribunal el pasado día 13.
Varios meses
Desde que empezó todo esto, allá por abril de este año, ambas firmas no se lo piensan dos veces para presentar en los tribunales todo tipo de denuncias con objeto de prohibir la venta de los productos de su rival. Si bien en los primeros momentos fue Apple quien se prodigó en este tema, Samsung no tardó en reaccionar y es ahora, digamos, la que lidera esa actitud denunciante.
Se piden de todo
Apple centró sus primeras denuncias en los tablet, pero Samsung reaccionó con una denuncia por diez patentes. Además, ha solicitado no solo la prohibición de la venta del iPhone 4S, sino que ha pedido a los tribunales poder ver nuevos productos, como el iPhone 5. Además la firma ha asegurado también a la agencia Reuters, como ya sabíamos, que hará lo propio en Francia e Italia y que no tiene intención alguna de dar marcha atrás en ninguna de sus acciones.