Martin Fitcher, presidente de HTC América, se ha despachado agusto en una conferencia en la Universidad de Reed College, Portland, donde tacha al teléfono de Apple, el iPhone, de un terminal que ya no atrae la gente joven.
En un evento en el que se tenía que hablar sobre el futuro de la telefonía móvil y los planes de la taiwanesa, Apple ha tomado protagonismo de forma indirecta a raíz de las declaraciones de Martin Fitcher, la máxima personalidad visible de la compañía en América.
Las palabras textuales de Fitcher recogidas por Bloomberg denotan un tono irónico. Según indica el ejecutivo de la taiwanesa, todas las compañías innovan, incluida Apple, aunque parece que el efecto experimentado en los potenciales compradores no es el mismo. Fitcher toma por ejemplo un acercamiento a un unos chicos de la Universidad de Portland, de los cuales ninguno tenía un iPhone en sus manos. Al contrario, tenían modelos de Samsung, de HTC e incluso de marcas chinas como ZTE. Ante la pregunta colectiva de por qué no tenían el teléfono de Apple, todos coincidían en indicar que la razón era porque lo tenían sus padres y no les gustaba tener el mismo smartphone que ellos. El hecho de que no opinen lo mismo de los Mac Book Air, dispositivos que se ven en masa en la Universidad por su atractivo, denota que sería el iPhone en sí mismo el que pierde poder y no los productos de la marca en general.
Ante esta respuesta, el presidente de HTC América se aventuró a decir que el iPhone ya no era un teléfono tan “guai” como hace unos años y que perdía encanto frente a los modelos de la competencia. Los jóvenes, según el directivo, ya no se sienten tan atraídos irremediablemente por el smartphone de la firma de la manzana.
Tal vez Martin Fitcher debería madurar un poco más sus declaraciones. Aunque pudiera tener razón, los motivos esgrimidos no son suficientes para lanzar al aire estas declaraciones, más teniendo en cuenta el cargo que desempeña en el sector. Se puede dar la situación que el público más joven, adolescentes principalmente, no tengan los recursos económicos necesarios para costearse un aparato que siempre ha estado ligado a altos precios. Este es un ejemplo, aunque haber seguro habrá más y mucho más razonables que el mero hecho de no aceptar al iPhone porque los padres de los chicos tienen uno. Y es que si por algo se ha caracterizado el teléfono de la manzana es por la diversidad de aplicaciones y usos que se le puede sacar al terminal. Además, las ventas dan imagen de la buena acogida del iPhone 4 y muy posiblemente pase lo mismo con el iPhone 5.