Una joven china ofrece su virginidad a cambio de un iPhone 4

Una joven china ofrece su virginidad a cambio de un iPhone 4

Víctor Rodríguez

¿A qué estaríais dispuestos con tal de conseguir un iPhone 4? Parece una pregunta un tanto ridícula, al menos en nuestra sociedad, pues por suerte muchos tienen cierta facilidad y recursos para conseguir el teléfono de Apple sin recurrir a malas artes, pero si formulásemos esta interrogante en otros países podríamos llevarnos sorpresas un tanto desagradables. Si no, podemos poner de testigo el último caso sucedido en Asia, donde una chica de nacionalidad china ha creído necesario poner precio a su virginidad: un iPhone 4.

La tecnología avanza y a medida que eso sucede nuestro afán por tener lo último y más innovador en materia de dispositivos electrónicos crece proporcionalmente. Es cierto que nuestro nivel de vida ha mejorado ostensiblemente gracias a este tipo de gadgets, entre los que se incluyen los smartphone, pero la sociedad cada vez se vuelve más materialista y ese efecto tiene consecuencias de gran magnitud. Sin duda, unos ejemplos muy oportunos que reproducen parte de ese efecto son los que desde hace un tiempo empiezan a ser habituales como ha sido el caso de un chico que vendió uno de sus riñones por tener un iPad 2 o más recientemente una chica ofreció  placer sexual al primero que le comprase un iPhone 4.

Sexo por un teléfono

Los acontecimientos han tenido lugar en China, donde una chica de menos de 20 años perteneciente a la generación jiulinghou (como allí denominan a los nacidos en los años 90) ha decidido hacer un favor sexual al primero que le obsequiase con un iPhone 4. Al parecer, esta adolescente distribuyó información relativa a su persona y algunas fotografías en Weibo, la red social china equivalente a Twitter en España, indicando que estaba dispuesta a ofrecer su cuerpo a cambio del teléfono de Apple. La “idea” le vino después de que su madre se negase a comprarle el iPhone.

Desde un primer momento los comentarios de la chica fueron votados como negativos ya que el primer razonamiento sobre aquello indicaba a que se trataba de un hoax, algo falso. Incluso se pensó en que la cuenta de la chica fue secuestrada por crackers como forma de atraer a posibles objetivos, una práctica muy habitual en la Red.

Falta de responsabilidad

La situación es delicada pues este tipo de iniciativas son cada vez más frecuentes. Es imposible no recordar un caso del que en su momento ya informamos y que hacía referencia a un chico de 17 años que vendió uno de sus riñones a cambio de un iPad 2 y cierta cantidad de dinero. ¿Dónde están pues los límites de la ética? ¿Hasta qué punto tienen culpa los padres o tutores de un menor de edad con estos pensamientos? ¿Qué hay de los escrúpulos de quienes aceptan las condiciones de un trato que viene de una persona inmadura propia de la adolescencia?

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