Movistar tiene a disposición de los clientes un nuevo servicio que está convirtiéndose en elemento de debate en los foros en Internet. El servicio de “Aviso de Llamadas Perdidas” funciona de forma que el que llama graba un mensaje que se recibe convertido en mensaje de texto. Evidentemente, alguien tiene que pagar esto y el peso recae en el que llama.
Primero explicaremos en qué consiste este servicio. Aviso de Llamadas Perdidas te notifica las llamadas que has recibido cuando no estabas disponible, algo que ya hace Samsung con sus alertas inteligentes. Los tipos de notificación son dos: por SMS o envío de la conversión voz a texto de la grabación que ha dejado el llamante. El servicio se activa en los siguientes casos de desvíos: apagado o fuera de cobertura (SMS o voz a texto), comunica (SMS) o no contesta (voz a texto). Hasta aquí todo parece en orden, más cuando existe un número, el 22200, a través del cual puedes activar el servicio, y el 22217, para desactivarlo o volver al servicio de notificación de toda la vida por SMS. El receptor no tiene que pagar nada.
El problema
El servicio como tal es uno más de los que ofrecen los operadores. El problema surge cuando Movistar decide, con el fin de recaudar más dinero, activar servicios no solicitados por el usuario. Y sino, que se lo digan a los miles de clientes que cuando realizaban cualquier cambio en la línea, de repente, tenían activado el buzón de voz de manera automática. Bien, pues algo parecido es lo que ha ocurrido con el servicio de Aviso de Llamadas Perdidas y por eso se están viendo tantas quejas en los foros.
El servicio funciona de forma que al receptor de la llamada no le cuesta dinero. El llamante, sin embargo, con este servicio activado podrá dejar un mensaje de voz (15 segundos máximo) tras oír un “beep”, que se transforma en mensaje de texto. Esto tiene un coste para el llamante que, según la operadora, es el precio de una llamada al destinatario. Como hemos dicho antes, el problema no es el servicio en sí, sino el hecho de que se active por defecto sin consultar al dueño de la línea.