LG Optimus One, uno de los smartphone Android de gama media que más ha vendido en el último año, podrá disfrutar de la última versión del sistema operativo de Google, Android 2.3 Gingerbread, desde el mes de mayo. La noticia sobre esta actualización ha sido confirmada por la firma a través de la página Facebook de LG India.
Uno de las preocupaciones que nos pueden aparecer a la hora de adquirir un smartphone con Android es el soporte técnico que recibiremos en un futuro en forma de actualizaciones. Ante esta conocida incertidumbre de los consumidores, LG se comprometió a ofrecer, al menos, una actualización a toda la gama de terminales englobados en la línea Optimus. Además, especificó que el LG Optimus One, un teléfono que ha sido vendido por millones a nivel mundial, sí que sería actualizado con Android 2.3 Gingerbread.
Confusión en un primer momento
Todo fue solucionado por la firma coreana con un comunicado de prensa, pero al principio muchos vieron frenadas sus ilusiones al leer que el LG Optimus One no pasaría de tener e forma oficial, Android 2.2 Froyo. Pero la compañía rectificó, bien por el alto número de usuarios que en su día se decantaron por el mencionado modelo, porque a través de una nota de prensa informaban que en un futuro actualizarían este Optimus One con Gingerbread, la última de las versiones del sistema operativo de Google, el cual equipa. Ahora, y gracias a la gran utilidad que supone para empresas y usuarios las redes sociales, comprobamos que Android 2.3 Gingerbread llegará en mayo al LG Optimus One. Al menos son las palabras de la firma tecnológica en su tablón de anuncios de Facebook.
La importancia de las actualizaciones
Aunque en la actualidad en menor medida, uno de los problemas con los que se encontró Google para impulsar Android fue la denominada segmentación. Hasta cuatro versiones de su conocido sistema operativo se han comprobado a través de numerosas estadísticas. Esto es debido a que muchos terminales no se actualizan, privando a estos de mejoras sustanciales y correcciones de errores. Lo cierto es que este inconveniente se produjo debido a la rápida salida de varias versiones en un espacio de tiempo relativamente corto, saturando a los fabricantes puesto que en la mayoría de los casos son estos los que se ven obligados a adaptar el software de Google si aplican interfaces gráficas personalizadas. Hoy por hoy estos inconvenientes se han minimizado puesto que una mala imagen del propio fabricante está en juego, y por consiguiente, interferiría en la venta de dispositivos debido al miedo de los potenciales clientes a que sus terminales se queden obsoletos en menos de un año.