A pesar de contar con buena parte de los componentes y diseño del Samsung Galaxy S, uno de los teléfonos de más tirón del momento, el Google Nexus S no está bien visto por las principales operadoras surcoreanas, KT y SK Telecom, y no tienen intención de venderlo. El argumento en elq ue se basan es en las bajas ventas de su antecesor, el Nexus One, y la incapacidad para personalizarlo.
Parece una noticia con trampa, de esas que vimos el pasado 28 de diciembre, pero no lo es. Las dos principales operadoras de Corea del Sur se niegan a vender el segundo smartphone de Google alegando que no es un terminal lo suficientemente atractivo para competir con el iPhone, aunque la verdadera razón podría venir de la negativa del famoso buscador a que las compañías integren en el sistema software modificado de sus aplicaciones.
Bajo la sombra de iPhone
Los portavoces de KT y SK Telecom han lanzado un mensaje amenazante a los de Google. Si bien han dado a entender que su decisión de no distribuir el Nexus S se debe a que creen que no tiene el suficiente atractivo para conseguir una cifra de ventas apetecible, alegando que lo ofrecido por el Nexus S no llega al nivel de la referencia del mercado, el iPhone 4. Lo sorprendente de todo es que toman como referencia las ventas cosechadas por el Nexus One, tasadas en no más de 50.000 desde que empezara a comercializarse allá por el mes de julio del 2010. Sin duda, un argumento de poco peso ya que ambos terminales no juegan en igualdad de condiciones. Nexus One partió como experimento y ejemplo a seguir por los fabricantes para sacar el máximo partido a su sistema operativo. Si bien sus especificaciones eran muy completas, Google erró a la hora de promocionarlo, hecho que repercutió en las ventas y puso en evidencia que un buen producto también necesita de la efectiva herramienta del marketing y publicidad.
¿Los motivos reales?
Si bien por hardware el Nexus S debería ser un smartphone apetecible puesto que el Samsung Galaxy S, terminal que ha conseguido vender 10 millones de unidades en siete meses, es la base del teléfono de Google, lo cierto es que el gigante de Internet podría haber herido el amor propio de las operadoras ante la negativa del primero a introducir software modificado por las teleco en su sistema Android. Hablamos de la aplicación de navegación T-Map, que suponemos vendría a sustituir a la original de Google Maps. Una negativa que atiende a los principios de Google de no modificar su sistema ni la “experiencia Android”. Una situación tensa que no parece que vaya a cambiar y que nos recuerda inevitablemente al aviso que los de Mountain View dieron hace meses a uno de los más afamados desarrolladores, Cyanogen, que personalizaba Android y modificaba algunas de sus aplicaciones.