El corazón del Nokia 5230 ahora late más rápido. Un conocido desarrollador en el scene de Symbian ha conseguido algo que hasta ahora no se había podido realizar. Ha subido de vueltas al Nokia 5230 y de qué manera. El procesador de este modesto terminal, que trabaja por defecto a 434MHz, ahora llega a la cota de los 800MHz, casi el doble, después de modificar parte del código del sistema operativo que era inaccesible.
Android es uno de los sistemas más “moldeables” en la actualidad ya que es código abierto, pero durante años los desarrolladores y personas afines se las han ingeniado para meter mano y modificar el sistema operativo de Nokia. Dado el gran volumen de personas con teléfonos Symbian S60 solo ha sido cuestión de tiempo el conseguir este tipo de proezas en un sistema que ha estado “cerrado” durante mucho tiempo.
Modificaciones interesantes
De cara al futuro, el trabajo de este desarrollador apodado como HyperX y responsable de introducir cambios y lanzar ROM modificadas para el Samsung Omnia HD, después de que la compañía dejara de brindarle soporte, las posibilidades se amplían. Esta persona ha dado una vuelta de tuerca más a Symbian al realizar overclock (subir la velocidad del procesador) al chip ARM a 434MHz. La subida ha sido espectacular ya que en el vídeo que lo prueba se llega a ver hasta 800MHz en la pantalla. Eso implica casi el doble, toda una proeza. Parece ser que además ha logrado cambiar la latencia del procesador. No se han revelado más detalles que los vistos pero los entendidos en la materia hablan de que ha conseguido acceder a una partición ROFS1, hasta ahora inmodificable, desde la que se pueden modificar infinidad de pará metros del sistema. Sea de la forma que sea, parece que esto cambia las cosas a partir de ahora.
Rendimiento
Como podéis imaginar, con esta brutal subida de frecuencia del procesador, el sistema ha conseguido una ganancia de rendimiento considerable. El menú, como se puede apreciar en el vídeo, se mueve con suma facilidad. Eso sí, este cambio parece que no va a convertir al Nokia 5230 en un prodigio de los juegos ya que carece de aceleración gráfica. No obstante, es un paso más que abre un mundo de posibilidades. Ahora queda comprobar cómo repercute este cambio en la batería y si el procesador aguanta tales frecuencias. ¿Será el próximo el Nokia N97? A buen seguro algunos lo agradecerán.