San Francisco será la primera ciudad del mundo en exigir que los móviles muestren su nivel de radiación

Una nueva normativa aprobada por las autoridades competentes de la ciudad de San Francisco va a requerir a todo fabricante que venda teléfonos móviles a mostrar los valores de radiación que el cuerpo humano absorbe al mantener una conversación a través del terminal.
Era cuestión de tiempo. Recordemos que en diciembre pasado saltó la noticia de que el alcalde ponía en marcha una propuesta promovida por su departamente de medio ambiente para tal fin. Una propuesta que al final ha prosperado. La sensibilización con el tema de los posibles efectos de las antenas de telefonía móvil sobre la población colindante cada día es mayor. Muchos han sido los estudios realizados hasta la fecha y ninguno ha aportado pruebas concluyentes. No obstante, la inseguridad de no conocer a ciencia cierta los posibles efectos de la energía electromagnética sobre las células vivas hace tomar decisiones como la que nos ocupa en este artículo.
Reacción
La postura de la industria no se ha hecho esperar y han puesto el grito en el cielo. Argumentan que no hay referencias científicas que culpen a las ondas que desprenden nuestros indispensables teléfonos de efectos dañinos contra la salud de quien hace uso de la telefonía móvil. Las empresas del sector van más allá diciendo que este tipo de medidas no harán más que confundir a los consumidores, que verán en estas etiquetas un baremo de teléfonos peligrosos y menos peligrosos. John Walls, vicepresidente de la Asociación de Móviles e Internet, ha matizado que todos los teléfonos vendidos legalmente en EEUU deben pasar controles de seguridad que vigilan este tipo de emisiones, por lo que ningún terminal que salga a la venta puede ser perjudicial.
El debate está servido
Por el contrario, Gavin Newsom, el alcalde de San Francisco, no tiene ningún problema al posicionarse del lado de Sophie Maxwell, una de las promotoras de la idea, argumentando que el consumidor tiene todo el derecho a estar informado sobre dichos valores y los posibles efectos de éstos. Lo que está claro es que la medida se va a llevar a cabo después de haber sido expuesta a votación, la cual ha sido favorable por mayoría.
Sin evidencias
Numerosos estudios se han realizado hasta la fecha. Uno de los más importantes que se ha llevado a cabo, llamado Interphone, ha sido el realizado por la Organización Mundial de la Salud (OMS). La prueba empezó en el año 2000 y afectó a 13 países. Diez años más tarde ha sido imposible relacionar el riesgo de padecer algún tipo de cáncer por el uso de los teléfonos. Los propios científicos que han participado en el experimento han reflejado la dificultad del proyecto, ya que el uso de la telefonía móvil ha sido mucho más intensa en los últimos años, sobre todo entre la población más joven, por lo que hay que tomar los datos obtenidos con cierta precaución. Las dudas ahí quedan, y mientras tanto siguen apareciendo estudios tan variopintos como los que relacionan la radiación de los móviles con el comportamiento sexual o los que no aportan evidencias.
Aplicaciones
Ante el boom de los efectos de las radiaciones y la preocupación general de la población, algunos desarrolladores han tenido la iniciativa de crear aplicaciones que miden estos niveles. No sabemos si el funcionamiento será preciso pero os animamos a probarlos. El programa se llama Tawkon y recientemente salió para Blackberry e iPhone.