La casualidad ha querido que algo tan molesto como es la pérdida de un móvil devuelva a la cárcel a un grupo de pederastas que operaban en las inmediaciones de la localidad británica de Newcastle.
A veces la tecnología, la suerte y la policía se encuentran en el camino. Al menos eso es lo que paso en la localidad de Newcastle (Inglaterra) cuando un hombre en silla de ruedas dejó olvidado su móvil en una parada de autobús de la línea 100 de esa localidad. El aparato en cuestión lo recogió un viajero del autobús quien se lo dio al conductor. La sorpresa del conductor fue mayúscula cuando en un intento de localizar un posible teléfono o dirección del propietario descubrió que estaba lleno de fotos y vídeos de contenido pedófilo.
Muchos móviles
Acto seguido lo entregó a la policía que, aunque se trataba de un móvil con tarjeta de prepago, localizó al propietario. Se trata de Michael Fraser, un hombre de cincuenta años, al que se le incautaron en su domicilio otros catorce móviles, seis de los cuales tenían contenidos similares. La policía pudo obtener de esos móviles unos setenta contactos de usuarios que supuestamente pertenecen a la red ya desmantelada. Por el momento ya se han realizado 21 detenciones, algunos de los cuales ya tienen antecedentes en causas similares.