iPhone 3GS : se deja de vender en Nueva York por problemas de cobertura y «compras fraudulentas en la web»
El iPhone no para de dar sorpresas. Ahora ha sido la web del operador americano AT&T quien lo ha dejado de vender para los clientes de Nueva York. Primero se habló de piratas informáticos y ventas fraudulentas, aunque detrás parece ser que hay un problema de saturación de red de primer nivel.
No es broma a pesar de que estemos en el día de los Santos Inocentes. El operador AT&T paró ayer la venta del iPhone en la zona de Nueva York. La web ATT.com dejó de vender el iPhone para los clientes que lo encargaban desde la Gran Manzana. La información oficial decía que era por un “incremento de la actividad fraudulenta en el área cuando compraban el iPhone en la web”. Sin duda que una causa cuando menos sospechosa y dada a todo tipo de interpretaciones.
A la caza de la verdad
Rápidamente varias páginas especializadas en el tema de los derechos del consumidor se han puesto a investigar. No obstante The Consumerist parece ser la que ha dado con la causa más probable: la falta de antenas de telefonía móvil para dar cobertura a tanto móvil. Como apunte decir que hace semanas el CEO de AT&T, Ralph de la Vega, confeso que estaban analizando el tráfico de datos en sus redes para gestionarlo de otra manera. A sabiendas de estas declaraciones y teniendo en cuenta lo extraño del asunto la web contacto con una persona de AT&T que confirmó no tener suficientes antenas para dar cobertura no solo al iPhone sino al resto de sus abonados de la Gran Manzana. Es evidente que en el caso del iPhone se acusa más este problema al ser un teléfono muy usado para acceder a Internet y leer el correo electrónico.
Imposible comprar en la web
Uno de los lectores de The Consumerist aseguraba que al intentar comprar el iPhone en la web de AT&T y poner el código postal le ponía que no estaba disponible para esa zona. Sin lugar a dudas que un problema cuando menos curioso en un operador de la talla de AT&T. De ser ciertas las noticias de escasez de cobertura, así como el parón de ventas en la web, la empresa podría sufrir mucho no solo en su imagen de marca sino de cara al hipersensible consumidor americano, auténtico especialista en llevar sus derechos al límite ante cualquier situación anómala.