El uso del móvil en el coche sin un sistema de manos libres es peligroso y así lo confirman las cifras de accidentes y sanciones de la DGT, más de 115.000 el año pasado. Unas multas que ingresaron en las arcas de la DGT una cifra cercana a los treinta millones de euros. Está claro que la imprudencia de los conductores es un fantástico negocio. Además, hay que saber dónde colocar el terminal.
El año pasado y según datos de la propia DGT, 115.558 personas, con un saldo de 346.674 puntos, fueron sancionadas por usar el móvil en el coche con o sin soporte sin un sistema de manos libres. Algo que no solo nos parece bien, sino que apoyamos decididamente para promover la máxima seguridad en la conducción. De hecho la DGT acaba de poner en marcha una campaña se sensibilización hasta el próximo día 22 de noviembre.
Alta recaudación
Eso no impide decir que si multiplicamos la cifra de conductores sancionados por los 300 euros que pone de multa la DGT por hablar por el móvil, nos sale la bonita cifra de 34.667.400 de euros. Pero aún considerando que a todos los que se les ha sancionado no se le haya puesto la máxima sanción, por ejemplo, unos 150 euros, la cifra sería de los nada despreciables 17.333.700 de euros. Resumiendo, que el móvil se ha convertido junto con el exceso de velocidad en una de las grandes fuentes de ingresos de la DGT y todo hay que decirlo, con razón.
Hablemos claro
Hablar por el móvil sin un sistema de manos libres es una locura. La simple acción de marcar un número suele durar unos 10-13 segundos, lo que si circulamos a una velocidad de 100 km/h dejaremos de mirar la carretera durante más de ¡¡300 metros!!. Ese factor de distracción es uno de los que más quebraderos de cabeza le traen a la DGT, ya que un 37% de los accidentes de circulación con víctimas tuvieron como causa principal una distracción del conductor. En esos accidentes un total de 1.147 personas fallecieron, repetimos, por una distracción. Por todo esto recomendamos el uso de un sistema manos libres en el coche.
La solución menos mala
El manos libres es la manera menos mala de usar el móvil en el coche. Según estudios realizados, las conversaciones de más de dos minutos empiezan a mermar la capacidad de atención del conductor. El típico efecto de “meterse en la conversación” puede provocar que veamos, según la DGT, hasta un 40% de las informaciones que nos ofrecen las señales de tráfico. En cuanto al uso por tipos de vehículos y vías, el último informe de la DGT que data de 2007, refleja que un 1,7% de los conductores habla mientras conduce al margen del tipo de vehículo, ya sea coche o furgoneta. Si salimos a carretera el porcentaje sube al 2%, bajando al 1,8 en autopistas, a un 1,6% en vías urbanas y a un 1,9% en vías interurbanas.