Orange, filial de France Telecom durante un tiempo lanzó una serie de terminales con su propia marca fabricados por terceros. La operadora ha apostado por el nombre de ciudades estadounidenses para comercializar teléfonos que utilizan como sistema operativo Android. Los terminales más conocidos son el Orange Vegas y el Orange Boston. La característica esencial de estos equipos es que son económicos y siempre venían acompañados de las tarifas más asequibles.