Cada vez son más habituales los diferentes test de resistencia a numerosos buques insignia de la industria móvil, hemos visto hacer todo tipo de perrerías a terminales de la categoría del Galaxy S7, HTC 10 o LG G5, y uno de los que también ha sufrido estos test ha sido el iPhone 6s. Uno de los últimos que hemos visto esta semana ha sido la resistencia de la superficie de este a los arañazos de varios diamantes, el que es sin duda el mineral más resistente de la tierra, y que podría hacer unos surcos importantes a la superficie del iPhone 6s.
Todos sabemos que el diamante es el mineral más duro y resistente que conocemos, y que se utiliza en la industria en numerosas máquinas cortantes, tanto por su dureza como por la facilidad que tiene para cortar otros materiales. Esta vez no hablamos de una edición del iPhone 6s con diamantes, para nada, esta vez los diamantes no acompañan para hacer sufrir un poco a la pantalla del iPhone 6s. Para ello el vídeo que os adjuntamos hoy nos muestra una prueba muy dolorosa para el iPhone 6s, con decenas de diamantes recorriendo su pantalla y haciendo bastantes estragos en ella.
Como veis no se limitan a deslizar los diamantes por la pantalla del iPhone 6s, sino que además utilizan «lápices» con punta de diamante y con diferentes formas que penetran en plan devastador en la pantalla del iPhone 6s. Como se puede comprobar la pantalla del terminal de los de Cupertino no tiene absolutamente nada que hacer con estas herramientas que perforan sin ningún miramiento la superficie de esta zona del iPhone 6s. Más piadosos se muestran las decenas de diamantes que se deslizan por la pantalla, que si bien también consiguen rayar la pantalla del iPhone 6s, lo hacen de una manera mucho más superficial y asumible en el uso día a día del móvil.
Pero el resto de daños sufridos por la pantalla como consecuencia de los diferentes lápices de diamante son sencillamente irreversibles, y obligarían a cambiar la pantalla o directamente a tirar el iPhone 6s. Ante estos materiales, parece que daría lo mismo el terminal que se midiera a esta prueba, porque seguro que el resultado sería igual de desastroso. Más que nada, porque cualquier material no es capaz de plantarle cara al diamante.