Google anunciaba ayer que todo smartphone que ejecute Daydream, la plataforma destinada a dar soporte a la realidad virtual en Android, requerirá de unas características técnicas concretas para garantizar una experiencia de uso satisfactoria. Y es que la exigencia de la realidad aumentada al hardware de los smartphones será la tónica predominante. A este respecto surgen varios inconvenientes, a juzgar por la información proporcionada por la gran G en torno a la prueba de Android N Dev Preview 3 en el Nexus 6P.
Pantallas de alta resolución, procesadores con chips gráficos muy potentes y memoria RAM. Con toda seguridad esos serán los tres puntos básicos donde Google centrará sus requisitos mínimos para que un smartphone esté certificado para ejecutar la realidad virtual en Android N. Sin embargo, estos puntos suscitan algunas dudas al respecto que tal vez hasta ahora no hayamos valorado.
Alto rendimiento significa calor
El procesamiento de los gráficos de la realidad virtual y la resolución a la que se moverán serán cuestiones técnicas que tendrán que tener muy en cuenta los fabricantes de smartphones que pretendan contar con el sello de certificación de Android VR. A pesar de que Google ha indicado que Android N tendrá un perfil de uso específico cuando entre en modo de realidad virtual, la documentación destinada a los desarrolladores trata un punto que no deja de crear cierta inquietud.
«Caution: The 6P’s thermal performance is not representative of the consumer Daydream-ready devices that will be launching later this year. In particular, expect the 6P to thermally throttle CPU and GPU performance after a short period of use, depending on workload.»
Y es que en uno de los documentos se informa a aquellos interesados en probar la realidad virtual en el Nexus 6P (único modelo catalogado actualmente para poder testar Android VR) que el terminal no está preparado para disipar el calor generado en el proceso de ejecución de la plataforma de realidad aumentada de una manera tan efectiva como los smartphones que vienen en camino. ¿Qué quiere decir esto? Pues bajo nuestra interpretación, evidentemente parece que la realidad aumentada extraerá todo el potencial de procesamiento del SoC, con el pertinente inconveniente del calor que genera este proceso. Seguro que muchos sabrán la sensación que supone el calor que transmite su smartphone cuando se encuentran jugando a uno de esos videojuegos que exprimen al máximo, por su calidad gráfica, la parte del hardware. Pues con la realidad aumentada parece que estamos ante la misma perspectiva.
Mayor disipación para los modelos certificados
Sin embargo, la aclaración de Google a este respecto parece que nos avanza que los smartphones compatibles con Android VR tendrán que venir especialmente preparados para las nuevas exigencias de la realidad virtual. Por tanto, todo parece indicar que la próxima oleada de smartphones de alta gama tendrá que cuidar con especial interés la disipación del calor generado por el procesador, algo que ya hemos empezado a ver este año con el lanzamiento de Samsung Galaxy S7 o Sony Xperia Z5 Premium, entre otros.