Durante los últimos meses se ha especulado de forma más intensa acerca de los supuestos planes de Huawei y Xiaomi para utilizar pantallas curvas en sus próximos modelos de alta gama. De hecho, ya pronostican que los chinos darán el salto a este tipo de paneles flexibles el año que viene. Sin embargo, podría haber más fabricantes de smartphones interesados en la tecnología y Apple resuena como uno de éstos. ¿Os imagináis un iPhone con una pantalla con bisel curvo como la que luce actualmente el Samsung Galaxy S7 Edge?
Las pantallas curvas ganan terreno en el mercado de los smartphones y Samsung, como precursor de la idea, tiene ventaja en el sector. Y es que además de las funcionalidades y particularidades de este tipo de paneles flexibles, la estética general que proporciona este tipo de display es un factor adicional. Los surcoreanos ya han hecho uso de este tipo de componentes en modelos como el Samsung Galaxy Note Edge, aunque no fue hasta la llegada del Samsung Galaxy S6 Edge y más reciente en la nueva generación de dispositivos, el Samsung Galaxy S7 Edge, cuando realmente este tipo de pantallas ha ganado notoriedad entre los usuarios.
Desembarque de la tecnología OLED
Tanto es así que la tendencia de las próximas generaciones de smartphones de alta gama puede ser la de equipar pantallas de este tipo. Según podemos leer en Appleinsider, uno de los últimos estudios de mercado llevado a cabo por el analista jefe Lee Choong-hoon, de la firma UBI Research, así lo propone, aunque pronostica que la llegada de este tipo de pantallas al iPhones se produciría a lo largo del año 2018. La información surge de otros datos estadísticos relacionados con la integración de las pantallas OLED al smartphone de Apple. Y es que la predicción es que a partir de 2017 –año establecido para su introducción en los primeros modelos con dicho display- hasta un 30% de la producción del teléfono de la manzana mordida; unos 100 millones; cuente con pantallas Super AMOLED. Esa cifra alcanzaría el 80% en 2020.
Pantalla curva en iPhone
Lo cierto es que, a pesar que la llegada de las pantallas curvas en 2018 puede suponer un importante retraso, algo que directamente pierde la condición de novedad, existen argumentos que pueden suponer un plus para Apple y su iPhone. Independientemente de las nuevas funcionalidades que pueden asociarse al smartphone a través de software y aplicaciones específicamente desarrolladas para tan fin, el diseño resultante de añadir este tipo de paneles al popular smartphone de Apple puede ser un movimiento interesante. ¿Por qué? Principalmente porque los de Cupertino necesitan renovar el apartado de diseño de su smartphone estrella, máxime cuando los últimos rumores y filtraciones indican y dan por hecho que la carcasa del iPhone 7 no presentará grandes novedades respecto al aspecto que muestra actualmente el iPhone 6s.
Recrean el iPhone 7 y el iPhone 7 Plus en base a los planos filtrados en la Red
Lo cierto es que si imaginamos el resultado final, la fusión de las líneas suaves y curvas tanto de la carcasa en su perfil y esquinas unido a la imagen que otorga un display biselado como el del Samsung Galaxy S7 Edge puede dar como resultando un equipo muy atractivo desde el punto de vista estético.