Hemos probado el nuevo HTC 10, un teléfono que es una apuesta por la gama alta de producto y que llega para competir con lo mejor que hay en el mercado Android. Y, esto, lo hace con un diseño renovado -pero sin perder el que es habitual de los modelos más potentes de la compañía taiwanesa-. Y todo ello con un hardware que, esta vez sí, encaja como un guante para poder utilizar sin complejo alguno este teléfono.
Y bien decimos teléfono, ya que pese a ciertas informaciones que se filtraron antes de la llegada del HTC 10 al mercado, se pensaba que este modelo podría tener una pantalla de 5,5 pulgadas. Esto no se ha cumplido, y se queda en las cinco coma dos, con una resolución QHD que le permite ofrecer una calidad de imagen notable debido al uso del panel Super LCD5.
El fabricante no ha querido correr riesgo alguno en lo que se refiere al hardware principal y, por ello, se ha decantado por un procesador que es de lo mejor que hay en el mercado, el Snapdragon 820, y una RAM de 4 GB. Así, y gracias también al uso de la interfaz Sense que va por encima de Android Marshmallow, las prestaciones que ofrece el HTC 10 no tienen mucho que envidiar a cualquier otro modelo del mercado (al menos sobre el papel).
Detalles importantes a conocer
Antes de dejar el enlace que lleva a la prueba completa del HTC 10 (y donde indicamos nuestra experiencia de uso), hay que indicar un par de detalles que son interesantes de este modelo y que lo hacen diferente al resto. El primero es el uso de la tecnología de sonido propietaria BoomSound, que es la mejor que hay en el mercado en la actualidad. Y, la segunda, que este modelo es compatible con Quick Charge 3.0, por lo que es capaz de rellenar más del 50% de su batería en apenas media ahora. Y, todo ello, sin olvidar que la conexión USB tipo C está presente en el HTC 10.