La semana pasada los nuevos Samsung Galaxy S7 y S7 Edge revolucionaron el MWC de Barcelona con su estelar presentación. Estos dos terminales representan el cénit de la compañía y son dos de los dispositivos más deseados ahora mismo en el mercado. Hoy hemos conocido que ambos teléfonos no son compatibles con la tecnología de Qualcomm Quick Charge 3.0, algo que sin duda es bastante sorprendente para tratarse de dos de los teléfonos más avanzados del momento. Vamos a repasar todos los detalles y su posible explicación.
La tecnología Quick Charge como su propio nombre indica nos permite cargar en mucho menos tiempo el teléfono móvil. Esta particular forma de carga rápida está muy extendida en el mercado y con cada nuevo procesador Qualcomm se suele presentar casi siempre una evolución de este sistema de carga. Mientras que los Samsung Galaxy S6 y S6 Edge eran plenamente compatibles con Quick Charge 2.0, esperábamos que tanto el Samsung Galaxy S7 como el Samsung Galaxy S7 Edge fueran compatibles con Quick Charge 3.0, pero parece que finalmente no ha sido así para sorpresa de muchos. Lo cierto es que según hemos podido saber hoy, los Samsung Galaxy S7 y S7 Edge no son compatibles con Quick Charge 3.0 lo que sin duda es algo bastante decepcionante.
Las razones que han llevado a Samsung a tomar esta decisión de prescindir de Quick Charge 3.0 en sus nuevos Galaxy S7 podría deberse a la intención de la compañía de igualar por debajo las especificaciones de las versiones con Snapdragon 820 y Exynos 8890. Para que no haya clientes de primera y otros de segunda en el campo de la carga de batería, Samsung ha optado por que los usuarios del modelo con Snapdragon 820 nos disfruten de esta tecnología, que de momento no han podido implementar en el modelo con procesador de la casa, el Exynos 8890.
Parece una decisión salomónica de Samsung que va más enfocada a que los usuarios tengan una misma experiencia de uso sea cual sea el procesador de su Galaxy S7. Esto contrasta con la capacidad de uno de sus rivales, el LG G5, que sí disfruta de este tipo de carga rápida. Parece que a la hora de la verdad Samsung no le ha dado la importancia necesaria a una característica que permite cargar el teléfono de una forma un 38% más eficiente que con la tecnología Quick Charge 2.0 con la que finalmente contarán.