Así ha conseguido Samsung la protección IP68 que presenta el Samsung Galaxy S7 y S7 Edge
Entre las muchas características nuevas de los Samsung Galaxy S7 y Samsung Galaxy S7 Edge, puede que a muchos usuarios se les haya pasado por alto una de las características a la que la marca otorga más importancia, su certificación IP68 el estándar de alta calidad de protección contra agua y polvo.
¿Qué significa el estándar IP68?
La Comisión Electrotécnica Internacional mide el grado de protección proporcionado por un Código IP. IP68 significa que un dispositivo debe estar totalmente protegido frente a agresiones externas y ser totalmente estanco a polvo y presentar protección frente el agua un máximo de 1,5 metros durante 30 minutos.
Tanto el nuevo Samsung Galaxy S7 como el Samsung Galaxy S7 Edge pueden ahora presumir de esta certificación, ya que ambos dispositivos son completamente resistentes al agua y polvo, incluso en sus ranuras de conexión externas, como el puerto de carga y la toma de auriculares. Si echamos un vistazo a los modelos Galaxy anteriores, estos precisaban de una tapa para cubrir el puerto USB, la tapa de la batería y otras aberturas para protegerlos del agua y del polvo, l oque no gustó demasiado a los usuarios.
Nuevos materiales en la gama Samsung Galaxy S7
Samsung ha tomado buena nota de las críticas de los usuarios para dar forma a sus nuevos Samsung Galaxy S7. Es por ello que se han cambiado los materiales utilizados en las conexiones externas, como la toma de auriculares y el puerto USB. Ahora esta nueva gama presenta materiales anticorrosivos como el níquel y el platino.
Para conseguir un diseño sin tapa, los nuevos modelos Galaxy también emplean un nuevo tipo de tecnología de resistencia al agua desarrollado por Samsung que evita que haya huecos o espacios vacíos en el cuerpo del teléfono, lo que elimina la necesidad de una cubierta protectora. El resultado es el desarrollo de un teléfono con un diseño más delgado y con batería integrada para mejorar el rendimiento y la eficiencia.
De esta forma los Samsung Galaxy S7 son totalmente estancos, como así exige la certificación IP68, protegiendo no sólo el exterior expuesto a polvo y salpicaduras, sino toda la estructura del teléfono inteligente. De hecho incluso el conector del cable de alimentación ha sido para evitar que las fugas de agua puedan causar un cortocircuito cuando se conecta al terminal USB, ya que los nuevos dispositivos presentan un mecanismo para identificar esta situación y cortar la energía de raíz.