Estamos hablando todo el rato de si llegan las redes 4G, si este móvil tiene tal o cual conexión LTE de Cat 4 o Cat 6, o lo que se podrán hacer con las nuevas conexiones que es un poco lioso todo. Vamos a intentar ofreceros una tabla, con alguna que otra explicación, sobre todo en el caso de las más recientes porque las anteriores tienen poco ya que explicar, para que tengáis bien claro hasta donde llega la conexión de vuestro móvil cuando veis cambiar las siglas en la barra de notificaciones.
Aunque nuestros móviles son ya, en su mayoría, 4G, no siempre vemos el mismo símbolo en la barra de notificaciones. En ocasiones nos salen los temidos GPRS o vemos simplemente 3G o HSPA para pasar a 4G en los mejores momentos. Aunque las operadoras trabajan duro para extender sus coberturas de LTE, aún queda trabajo por hacer y como muchos sabréis, es posible pasar por zonas en las que la cobertura sólo nos da acceso a ciertas velocidades.
Es raro que nos encontremos con una conexión 2G o GSM, pero de las otras no nos faltarán momentos en los que estemos conectados a alguna GPRS. Para que tengáis una idea de lo que podréis hacer o no cuando aparece una u otra, vamos a dar una guía de las velocidades de descarga y, quizás también más importante, de subida que hay en cada una de la que podemos estar conectados. Ojo, esto son los estándares de la 3GPP, la asociación que marca lo que debe ser cada una de las categorías de la radiofrecuencia de los móviles, la realidad, pues es tan variada como la situación de la red en cada momento y luego veremos que en algunas de ellas se les está sacando más partido.
Como veréis a lo largo de este tiempo se han ido aumentando las velocidades de descarga y subida, los llamados «megas» pero hay que recordar que no es lo mismo «megabit» que «megabyte«. Las conexiones se suelen medir en megabits, que son 1024 bits, mientras que el megabyte, una medida más utilizada en cuanto al almacenamiento, son 1024 bytes. Y la relación entre estos es de 1 byte = 8 bits.
Por otra parte, también veréis que hay momentos como en el paso del LTE Cat 5 a LTE Cat 6, el que se anunció como «4G+» o LTE-A por los operadores, en realidad la velocidad no cambia. Pero es que lo que si cambió son las frecuencias a las que se puede ir conectando cada uno. Esto permite conexiones más estables tanto en ondas cortas como largas, lo que se traduce en unas conexiones con menos cortes o que son capaces de alcanzar más cobertura, como puede ser aquellos que cuentan con soporte para la banda de 800 Mhz.
Muchos dirán «¿y por qué bajan en categorías que se supone superiores?», pues porque lo que se integra en esas son nueva tecnologías que van dirigidas al IoT o, como puede ser la del Carrier Aggregation, que significa contar con varias portadoras que suman sus anchos de banda – y esta es la razón de por qué en supuestas categorías de LTE inferiores como sería el Cat 6 o el 7 los operadores están alcanzado velocidades de hasta 500 Mbps –.