Hemos tenido la posibilidad de probar el último wearable de Motorola, el Moto 360 Sport, en las últimas semanas y compararlo con las sensaciones que nos han transmitido otros dispositivos similares. Aunque los smartwatch llevan poco tiempo entre nosotros, han evolucionado a toda velocidad y buena prueba es este Moto 360 Sport que nos podemos atrever que es la mejor opción para los que quieren contar con toda la funcionalidad de las pulseras para ejercicio al mismo tiempo que las funciones de reloj inteligente.
No es extraño ver a gente que va con una pulsera inteligente para monitorizar su ejercicio y con un smartwatch, dado que su pantalla y conectividad nos permiten un mayor amplio rango de funciones y de interacción con las alertas del móvil. Hasta ahora, había tímidos esfuerzos de unir pulseras y relojes, siempre con software propietario lo que entorpecía en cierta manera la compatibilidad y sobre todo limitaba su acceso a nuevas aplicaciones y funciones. Y decimos hasta ahora, porque el Moto 360 Sport consigue esta fusión creando el que, de momento, nos parece un wearable espectacular, sin duda el mejor con Android Wear, para los amantes del deporte.
No lo vamos a negar, es evidente, el Moto 360 Sport nos ha gustado y mucho – y el que escribe estas líneas llevaba ya más de medio año con un Moto 360 de primera generación en la muñeca por lo que sabe notar la diferencia -. Mejora en todos los aspectos a su antecesor, ya no sobre el papel – os animamos a enfrentar uno y otro en nuestro comparador -, sino en lo más importante, en la práctica. Si somos deportistas, es mucho más recomendable que el modelo más «clásico», si lo que queremos es tener un dispositivo versátil y, sobre todo, dedicado a ayudarnos en nuestros entrenamientos.
GPS integrado, su gran punto diferenciador
Sin duda es la gran diferencia frente a su hermano más «serio», del que también hereda la corona de menor tamaño (aunque eso como veremos más adelante, es también una buena noticia). Volviendo al GPS, realmente se nota – y no en la batería que dura como el doble que su antecesor – cómo el terminal cuenta con una mejor capacidad para «encontrarse a si mismo». Tanto para marcar un recorrido mientras corremos como cuando utilizamos el reloj junto a Google Maps, la sincronización con los mapas es mucho más rápida y precisa.
Y lo mejor, no necesita ya un móvil para esto. Si queremos salir a correr sin el teléfono, porque tenemos un reproductor de música más compacto que el móvil – por ejemplo como es mi caso que llevo en el bolsillo un gigantesco Huawei Asecend Mate 7 -, no hay ya porqué renunciar a tener a la vuelta los datos de la geolocalización del entrenamiento, el propio reloj los recoge.
Altius, Fortius, Longius
Pero hablemos de lo que realmente es el foco de este dispositivo, el deporte, y en concreto, el running. Para empezar la «watchface» exclusiva con la que cuenta el equipo está diseñada para esto además de contar con una función que puede pasar desapercibida pero que mejora muchos enteros la comodidad de uso del Moto 360 Sport y no es otra que la hora nunca desaparece de la pantalla, se queda en un modo de ahorro de energía ocultando el resto de funciones.
Podemos con un solo click en la pantalla iniciar una sesión de carrera en la que nos va a permitir, primero, elegir si vamos a iniciar el entrenamiento en interior o exterior, como podéis ver en el vídeo. Luego nos permite marca un objetivo de tiempo, distancia o calorías quemadas, así como tenemos la posibilidad de, simplemente, ponernos a correr y que monitorize nuestros pasos y, lo mejor, también nuestro pulso, algo que consigue con el nuevo sensor óptico que llega acompañado de una superficie de cristal que ayuda a mejorar su precisión – en el Moto 360 original es de metal-.
Cómo hemos comentado, la pantalla AnyLight del Moto 360 Sport tiene un diámetro más pequeño que el modelo «masculino» del Moto 360 y del Moto 360 de 2ª gen. Y eso cuando tenemos que ir corriendo no es nada malo porque es mucho más compacto. Pese a ser de menores dimensiones toda la información se puede ver perfectamente y la cualidad de que da igual si estamos a pleno sol o en la sombra, que su pantalla se ve perfectamente, es otro punto a favor del equipo.
En este punto de la ergonomía, solo podemos aplaudir la decisión de Motorola de mover el botón home del dispositivo a un ángulo diferente. La posición que tiene en el primer Moto 360 hace que con doblar la muñeca lo pulsemos por error en infinidad de ocasiones, algo que ahora se evita.
Versátil y muy cómodo de llevar, no solo haciendo deporte
El Moto 360 Sport es un reloj deportivo, eso no se lo quita nadie, y su correa de elastómero no es todo lo elegante que nos gustaría para llevarla en según que momentos del día – los más elegantes por así decirlo -. A pesar de esto, no desentona para nada – y con alguna que otra watchface más elegante podemos superar la situación -.
Sobre todo es un dispositivo muy cómodo de llevar, más que su predecesor y otros con correas de cuero o metal. Para alguien que se pasa el día escribiendo ante un ordenador, cuando los otros dos molestaban para llevarlos puestos y posar las muñecas en mesa para usar el teclado, el Moto 360 Sport ni parece que está ahí puesto. Esto favorece el poder llevarlo las 24 horas y así, que Moto Body tenga datos mucho más precisos para evaluar nuestro estado físico – ya que si nos lo tenemos que quitar se pierde la precisión en la toma de datos -.
Por ponerle algún detalle menos destacado, sería el de que no se puede cambiar la correa, por lo que hay que estar muy seguro a la hora de elegir si lo queremos blanco o negro. Esto tiene su razón de ser, y en ciertos aspectos no es algo negativo, ya que con la correa fija es prácticamente imposible que mientras hacemos deporte pueda salir volando la esfera del equipo y mantiene ese diseño homogéneo, cómodo, robusto y ergonómico que ya hemos comentado.
Conclusiones
El Moto 360 Sport es, sin duda, el mejor smartwatch con Android Wear dirigido a los deportistas en general y los runners en particular que hemos probado. Ofrece ergonomía, versatilidad, funciones hechas a la medida del usuario objetivo, resistencia – recordemos que podemos nadar con él sin problemas – y rendimiento. No podemos sino recomendar el equipo, que aunque tiene algunos puntos menos brillantes – correa fija, pantalla algo más pequeña – nos ha dejado impresionados porque ha sido de las pocas veces que diríamos que se ha dado en el clavo con lo que tiene que ofrecer, de verdad, un reloj inteligente y, sobre todo, el único que une realmente la cómoda experiencia de una pulsera cuantificadora y la versatilidad de funciones de un reloj inteligente.