HTC ha comprendido que el mejor camino para recuperar terreno en el mercado de los smarthphones con Android es centrarse mucho más en los servicios, además de disponer de terminales atractivos, con buen precio y que rindan con eficacia. Y lo ocurrido con este HTC One A9 podría ser una muestra de la estrategia que van a seguir a lo largo de 2016.
Actualización en curso
Si el pasado miércoles conocimos que los HTC One M9 estaban empezando a recibir ya la actualización de Android 6.0 Marshmallow, ahora toca dar la buena nueva de que el HTC One A9, un mid-range con gran diseño, va a quedarse con una build todavía más completa: la de Android 6.0.1. Esto ha empezado a ocurrir en las últimas horas y consta de dos procesos: una primera actualización que no ocupa demasiado, solo 99,4 megas, y por otro la grande, la que trae ya todo lo importante que se sube hasta los 1,21 gigas.
Como podéis imaginar, esta actualización viene con la versión 6.0 del sistema operativo y esa ansiada opción Doze que nos permite gestionar mucho mejor los silencios de nuestro dispositivo, cosa que durante todo el periodo en el que estuvo vigente Android 5.0 Lollipop fue un auténtico suplicio. Pero hay más.
Por ejemplo la gestión de permisos a la hora de instalar aplicaciones, donde podremos dejar o denegar que usen las llamadas, o los mensajes, o el micrófono, o acceder a nuestra agenda de contactos, etc. También, recibiremos más de 200 nuevos emojis o una de las opciones más útiles incorporadas por Google a Android: Google Now on tap, para conseguir resultados de búsquedas de palabras clave que aparezcan en pantalla.
Una actualización más stock
HTC, a través de su filial americana (con el famoso Mo Versi) había llegado a prometer actualizaciones a los pocos días de que los Nexus recibieran las suyas de Google. Pues bien, este Android 6.0.1 para el HTC One A9 es la demostración de ese nuevo camino que quieren recorrer que, además de la celeridad que supone cumplir rápidamente con lo prometido, trae como regalo una ROM mucho más stock de lo normal. No hay tanta injerencia de HTC en la instalación.
Eso significa una mayor agilidad del terminal para mover Android Marshmallow, eficacia para hacer más cosas y, de cierto modo, un intento por replicar el éxito que empresas como Motorola han tenido en los últimos años con sus Moto G y Moto E.
Esperemos que esa nueva estrategia les vaya bien.