La semana pasada ya vimos que la guerra del rendimiento entre los principales procesadores – y por tanto entre los smartphones más potentes de 2016 como el Galaxy S7 -, va a ser encarnizada. Sin embargo, y aunque ha llegado en último lugar, el Exynos 8890 de Samsung se presenta como una auténtica bestia que deja muy atrás a sus competidores.
La semana pasada teníamos un informe de GeekBench en el que el Apple A9 se colocaba a la cabeza en cuanto al rendimiento individual de los núcleos de los que está formado. Sin embargo, dicen que en la unión está la fuerza y parece ser que en ese aspecto, el rival a batir en 2016 va a ser el de su gran rival, Samsung, en forma del Exynos 8890 que montará el Samsung Galaxy S7. O al menos esto será lo que rinda una de sus dos versiones ya que la otra contará con un Snapdragon 820 que también ha sido aplastado en este último test de rendimiento.
Con todas las cartas sobre la mesa, ya que el Apple A9 está ya en los iPhone 6s y 6s Plus, y tanto el Snapdragon 820 como el Exynos 8890 están presentados oficialmente, podemos ver en el gráfico que nos llega hoy cómo el chip de la coreana arrasa con todos en los últimos test de rendimiento donde el que se queda en último lugar es el Apple A9, con un rendimiento similar al A8 del año pasado.
Hablamos siempre de un test multi-nucleo, donde también vemos como el Kirin 950, que montaría el Huawei Mate 8, se coloca a la altura del que es el segundo. Y este, sorprendentemente es el MediaTek Helio X20, el deca-core de la empresa china que también conocíamos hace unas semanas.
Aunque delante del Apple A9, detrás de estos está el Snapdragon 820, que si miramos a las cifras del año pasado, supone también una pequeña mejora respecto al 810 – esperamos que al menos se hayan eliminado realmente los problemas de sobrecalentamiento -. Es interesante ver como tanto MediaTek como Huawei y Samsung han dado un importante salto de rendimiento frente a sus generaciones anteriores mientras que Apple y Qualcomm mejoran, pero de forma menos radical.
Esto son test, hay que esperar al rendimiento real
Y es que como nota final, podemos hacer miles de análisis de estos datos pero estamos ante unas pruebas de «fuerza bruta». Es decir, aplicando scripts y sistemas para conocer los límites del «motor» de cada SoC. Son muchos los factores que luego trasladan esto a una experiencia más satisfactoria. Y en esto, tenemos que reconocer que el que lo hace mejor es Apple que siempre sale mal parado en estos test de rendimiento pero luego nos sorprende con sus terminales al compararlos con sus rivales.
Ahora bien, la diferencia que se plantea de cara a 2016 de la potencia de algunos como Samsung nos hacen pensar que si bien es a base de músculo, el Galaxy S7 se plantea como una auténtica bestia. Ahora bien, en la versión que llegará con él porque puede que en Europa tengamos que volver a conformarnos con el que tiene Snapdragon 820, que a tenor de lo que podemos suponer por el informe, no va a ser tan impresionante.