Ya casi no debería sorprendernos, pero cada vez que Xiaomi saca un nuevo producto, no podemos dejar de maravillarnos lo que puede ofrecer la compañía china a precios que se antojan ridículos. Es el caso de la nueva generación de sus auriculares Piston, que con acabados premium vuelve a tener un precio de derribo, 99 yuanes lo que vienen a ser al cambio apenas 15 euros.
Aunque últimamente está muy callada en el mercado de los smartphones, donde seguimos esperando ese Xiaomi Mi5 de una vez, la empresa china no para de lanzar productos a cada cual más sorprendente. Hace poco hemos llegado a ver hasta su «mini segway», el Ninebot, y ahora vuelve a la carga con el que es uno de sus productos más vendidos, los auriculares Piston que reciben una nueva generación pero sin cambiar su atractivo precio de 99 yuanes, o lo que es lo mismo, cerca de 15 euros.
Disponibles a partir del 11 de noviembre en China, y no dudamos que también en decenas de páginas para poder comprarlos de importación quizás, por unos 20 euros, Xiaomi insiste en que estamos ante un producto de alta calidad, en el que se emplean hasta 20 pasos para construirlo y que ha llevado más de 700 pruebas de calidad. Además, indica la empresa china que cuentan con un sistema de «doble audio», que no sabemos que significa pero que los hace capaces de ser aprovechados hasta en un estudio de grabación por la fidelidad de sonido que ofrecen, ya que son compatibles con el estándar HD Audio. Aunque, pueden aparecer problemas con el volumen en un móvil Xiaomi que podrían afectar a nuestra experiencia.
Con acabados metálicos, lo cierto es que los nuevos auriculares de Xiaomi tienen una presencia imponente que se remata con el mando en el cable que esconde también el manos libres compatible con cualquier teléfono Android. Ahora puedes saber también por qué tu móvil Xiaomi no detecta los auriculares.
¿Cómo puede vender tan barato?
Es lo que muchos se preguntarán y la respuesta tiene un nombre concreto: márgenes. Xiaomi produce lo que vende, es decir, almacena el mínimo de producto posible, como muchas otras marcas que siguen esta táctica. Los productos casi salen de la fábrica y van directos al usuario por lo que se puede ajustar la producción al milímetro. Es la razón, también, de sus ventas «flash», en las que va colocando oleadas de unidades de sus productos calculadas para que se agoten en minutos.
Esto tiene un lado negativo y es que hace difícil la expansión internacional manteniendo estos precios de derribo. Ahí ya se tiene que lidiar con el aprovisionamiento de unos almacenes, incurriendo en gastos de traslado y almacenaje si no se venden. Aún así, la empresa comandada por Hugo Barra lo está haciendo tremendamente bien y ya planea el aterrizaje en EE.UU., como primer paso, quien sabe si no tiene guardada alguna sorpresa para seguir dejándonos con la boca abierta.