Seguramente que no hará falta recordaros los líos que se han producido en los últimos tiempos en muchos países de todo el mundo que han declarado a Uber ilegal, y que se están fijando en eso del transporte colaborativo para ponerle una cruz y luchar contra él. Al fin y al cabo lo que está en juego es un modelo de negocio, el de los taxis, que tiene una regulación muy específica contra la que choca frontalmente.
Google desarrolla su propia aplicación
El caso es que los de Mountain View, que están viendo estos problemas, quieren realizar su propia aportación y como herramientas no les faltan, ya tienen en marcha un programa piloto donde están probando su propia solución colaborativa. ¿Sabéis en qué consiste? Pues mirad.
Su nombre es RideWith y recoge toda la tecnología que compró Google a Waze hace un par de años para ofrecer transporte colaborativo donde cualquiera que desee ir hasta un sitio puede buscar un coche y un conductor capaz de acercarle a cambio de una pequeña cantidad de dinero. Claro, pensaréis que con un planteamiento así hay pocas diferencias con lo que ofrecen Uber o BlaBlaCar, pero sí las hay.
Solo trayectos idénticos
La baza que quiere jugar Google es la de poner en contacto a conductores y viajeros que hagan EXACTAMENTE el mismo trayecto día tras día y que vayan al mismo lugar de forma que no haya nada que reprocharles en cuanto a que se trata de un servicio discrecional donde podemos escoger destino a nuestro antojo.
Pensaréis que este detalle no tiene relevancia, pero debéis saber que muchas ciudades de todo el mundo cuentan con carriles de acceso a sus cascos urbanos donde se permite esta práctica ya que para poder transitar por ellos es necesario que al menos vayan dos personas en los vehículos. En Madrid se conocen como carril Bus-VAO (vehículos de alta ocupación).
RideWith, como os decíamos, está y en fase de pruebas en Tel Aviv (ciudad en la que fue creada Waze), entre un grupo seleccionado de usuarios que ya están afinando todas sus posibilidades de cara a un futuro lanzamiento que, como os decimos, busca colarse legalmente en todos esos países en los que Uber está siendo prohibido y en los que no.
Y la verdad es que tiene todo el sentido: Google llegaría, metería su propia cuña en el mercado y una vez que este abra sus puertas, tener presencia para convertirse en referencia, ¿no os parece?