No hará falta que actualices a una nueva versión. YouTube ha integrado de forma automática en su aplicación tanto para Android como para iOS la capacidad para reproducir vídeos a 60 fps. Tan solo es necesario acceder al apartado de ajustes de calidad de la imagen y seleccionar alguna de las opciones a 720p60 y 1080p60 que aparecerá en el desplegable. Sin embargo, ¿qué notaremos al reproducir este tipo de vídeos frente a la réplica estándar, a 24 o 30 frames por segundo?
Los dispositivos electrónicos aumentan sus prestaciones y en las cámaras de vídeo una de esas mejoras no solo ha sido el aumento de la resolución de las grabaciones hasta resoluciones 4K. Ahora también ofrecen grabaciones con una tasa de refresco mayor. De hecho, en modelos determinados de smartphones podemos encontrar valores superiores a los 240 fps. Ante semejante avance multimedia, la plataforma de vídeo en streaming más conocida introducía a finales del año pasado la posibilidad de reproducir vídeos a 60 fps. Ahora esa actualización del servicio llega igualmente a los móviles puesto que la app para Android e iOS ya permite reproducir vídeos a 60 fotogramas por segundo. Pero, ¿qué nos aporta este cambio?
Mayor fluidez y objetos en movimiento más nítidos
No hay más que iniciar la reproducción de un vídeo HFR o High Frame Rate para apreciar las diferencias. A primera vista se nota mayor fluidez en la reproducción de las distintas secuencias, efecto especialmente apreciable en escenas muy dinámicas en las que aparecen objetos a gran velocidad. Esto se debe a que cada segundo de ese vídeo está compuesto por un número determinado de imágenes que se suceden en ese preciso instante. Por tanto, un vídeo a 30 fps contendrá menos información que uno de 60 fps. ¿Y en qué notamos ese aumento de información visual? El video a 60 fps nos dará una sensación de mayor fluidez porque es capaz de captar un movimiento con mayor precisión. Por ende, la percepción del video es más realista e incluso de mayor calidad de imagen dado que dichos objetos aparecen más definidos en esas escenas. Estos efectos se realzan más en vídeos 3D, donde las técnicas de enfoque y secuencias con cambios rápidos de ángulo se ven beneficiadas. En el siguiente vídeo apreciamos lo indicado más arriba.
A tu cerebro le puede costar asimilar la tasa de refresco
Sin embargo, dependiendo del tipo de vídeo, el usuario puede ver en este avance una característica que puede generar cierta incomodidad. Si bien es una mejora plausible a nivel visual, lo cierto es que el ojo y la mente humana están acostumbrados a visualizar vídeos a menores tasas de refresco y este cambio choca con la percepción visual adquirida durante años. Donde algunos pueden ver vídeos más fluidos, otros tal vez noten imágenes y movimientos más artificiales. Será cuestión de acostumbrar a la vista. Sin embargo, no por ello será una transición en parte correosa. No en vano, uno de los mejores ejemplos en los que se puede comprobar las inquietudes de los usuarios con este cambio es en el cine. Si lo habitual en las salas es la reproducción de películas a 24 fps, el popular director Peter Jackson decidió dar el salto a la grabación y reproducción a 48 fps con la película El Hobbit. Esto suponía duplicar los fotogramas por segundo, y por ende aportar mayor realismo a las escenas en movimiento, pero el espectador no lo percibió así ya que la historia transcurría de una forma “más artificial” en comparación con las tasas de refresco tradicionales, lo que muchos denominan la magia del cine. A continuación, el trailer de la película a 60 fps.
¿Cuántos fps percibe nuestro cerebro?
Hablamos de tasas de refresco y no tenemos en cuenta un detalle de importancia. Del mismo modo que sucede con la percepción de la calidad de imagen a partir de la resolución de la pantalla de un smartphone, ¿hasta qué márgenes el ojo humano detecta la frecuencia con la que varían los frames de un vídeo? A este respecto existe cierto debate a partir de los estudios realizados. Lo cierto es que parece unánime la postura de que el ojo humano es capaz de visualizar hasta 66 fotogramas por segundo. Sin embargo, las discusiones entre investigadores y neurocientíficos llegan a la hora de fijar la tasa de refresco que el cerebro humano es capaz de detectar. Es decir, hasta dónde podemos apreciar esa ganancia de frames y a partir de qué punto nos daría igual un aumento de éstos. Por lo visto, distintos estudios fijan esa cifra entre 40 y 44 fps. Si consideramos este descubrimiento, querría decir que el efecto visual de los vídeos de YouTube a 60 fps sería idéntico a 50 o 70 fps.
¿Qué smartphones graban a 60 fps?
La potencia del procesador y la cámara que integran algunos smartphones propicia que sea posible grabar videos de este tipo. En la mayoría de las ocasiones este resultado se consigue con grabaciones de vídeo a 720p, aunque existen modelos que van más allá y son capaces de generar clips a 1080p60. Tal es el caso del Samsung Galaxy S6 y iPhone 6, aunque a estas alturas prácticamente todos los equipos premium con procesadores octacore son capaces de alcanzar estas cotas. Y es que a la lista también podríamos sumar terminales como el HTC One M9 o el Sony Xperia Z3. Con todos estos modelos en concreto tendremos capacidad de aprovechar la nueva funcionalidad de la app de YouTube.
¿120 fps, 240 fps?
Introducidos de lleno en las prestaciones multimedia de equipos como los mencionados anteriormente, tal vez nos hayamos topado en el apartado de ajustes con la opción de añadir un mayor frame rate que puede oscilar entre los 120 y 240 fps. ¿Sirve para aportar fluidez al vídeo resultante? No exactamente. Esta característica de modelos como el iPhone 6 y Samsung Galaxy S6 está destinada para proporcionar prestaciones como la grabación a cámara lenta o Slow Motion. Incluso en el modelo surcoreano encontramos la opción Fast Motion (Al disponer de tasas de refresco aún mayores, el vídeo resultante evita imágenes borrosas debido a la ralentización de la escena. No obstante, estos ajustes vienen automáticamente a distintos modos preestablecidos de la cámara para que el usuario no tenga que preocuparse de este tipo de detalles técnicos. Sin embargo, es de interés que sepas que este tipo de grabaciones combina fotogramas a más de 100 imágenes por segundo con el fin de mejorar la calidad del vídeo resultante.
A continuación podemos ver un vídeo donde se aprecia la capacidad de la grabación slow motion del iPhone 6.