Si recordáis, el pasado 1 de enero Apple tuvo que adoptar una serie de medidas en su App Store para cumplir con los requisitos que exige la Unión Europea y que tenían por objeto permitir a todos sus clientes devolver un producto durante los 14 días siguientes a su compra, sin necesidad de dar muchas explicaciones, por lo que todo el dinero pagado se reembolsaba sin poner objeciones. Pero ahora la cosa ha cambiado, mirad.
Con aquel sistema, del que ya os hablamos en su momento, era posible comprar un juego de ocho euros, dejar pasar un par de días, entrar en la información de nuestra cuenta, en el histórico de compras, reportar un problema y pedir la devolución. Automáticamente esa app dejaba de ser nuestra pero, curiosamente, la descarga se mantenía en el iPhone o iPad, por lo que técnicamente nos quedábamos con ella para siempre y sin pagar un euro.
Cambios en las condiciones de devolución
Así que Apple ha tardado, pero al final ha corregido ese agujero de picaresca hace escasos días, adoptando las mismas medidas que otras muchas tiendas que venden productos digitales, es decir, si nos descargamos ese juego o esa aplicación ya no podremos devolverla.
Recordad que en este aspecto Nintendo fue de las pioneras que obligaban a aceptar a sus clientes este tipo de renuncias que está por ver que sean completamente legales. Ese aviso que nos ponen ahora los de Cupertino, no deja de ser volver a lo que había antes del 1 de enero de 2015, cuando no existía siquiera la opción de realizar una devolución.
Es más, ¿podemos llamar devolución a algo que es una renuncia de nuestros derechos? Seguramente aquí habrá muchas opiniones y casi todas encontradas porque también es cierto que aplicar estrictamente lo que marca la Comunidad Europea significa abrir la puerta para que las ventas se desplomen y un mercado que ha sido el impulsor de muchos sectores tecnológicos, se venga abajo.
Solo hay que mirar el caso de Steam, que ideó un término medio por que el permitía las devoluciones pero solo si no habíamos jugado más de dos horas con la compra. A pesar de esa limitación, las devoluciones se dispararon y, a día de hoy, los programadores ya están pidiendo a Valve que lo corrija.
¿A vosotros qué os parece? Contadnos.