Suele decirse que «nos acordamos de Santa Bárbara cuando truena» y parece que solo nos concienciamos de ciertas cosas cuando padecemos las consecuencias de no haber tomado medidas para prevenirlas. Y con los terremotos, tras los ocurridos en Nepal, parece que se están removiendo las conciencias de quienes quieren reducir las consecuencias de estos desastres en el futuro.
Las comunicaciones móviles, clave
Es algo conocido por quienes tienen que atender las emergencias durante las primeras horas de un desastre, como un terremoto, que las comunicaciones son clave para coordinar todos los esfuerzos y minimizar los daños. Sobre todo los que tienen que ver con los heridos y la primera atención a las víctimas.
Es por eso que están empezando a escucharse voces de instituciones que pertenecen a ciudades que se encuentran cerca de zonas con mucha actividad sísmica, que están promoviendo programas para hacer que las redes móviles mantengan su funcionamiento incluso tras ocurrir un terremoto.
Así ha ocurrido con Bob Blumenfield, concejal de Los Ángeles (y ciudad cercana a la celebérrima falla de San Andrés que tarde o temprano volverá a temblar) que cree llegado el momento de ir tomando medidas excepcionales para estar preparados cuando ocurra lo peor.
Para el concejal, no hay que perder tiempo en preguntarse cuándo ocurrirá el siguiente desastre natural, sino que hay que prepararse y prevenir porque es una certeza que tarde o temprano tendrá lugar.
Blindar las comunicaciones
De ahí que entre las medidas que quieren aprobar, aunque tengan un coste relevante en las cuentas del consistorio, está la de blindar las infraestructuras de telefonía móvil para que, como los grandes edificios de la ciudad, sean capaces de resistir cualquier temblor.
Esto significa «ofrecer una nueva base más sólida y conexiones más fuertes al suelo» para que en esos primeros momentos del desastre todos los cuerpos de emergencias implicados sean capaces de organizarse y ofrecer una respuesta inmediata a la población.
Sin duda una gran iniciativa que, esperemos, vayan adoptando otras muchas ciudades en todo el mundo que viven día a día con la espada de Damocles de que un terremoto haga temblar la tierra bajo sus pies.
Fuente: ADSL Zone