Desde que Google tomara la batuta y decidiese que era momento de diseñar su propio smartphone, HTC, Samsung, Asus y LG han sido las compañías encargadas de fabricar el respectivo Nexus. Cada una de las generaciones del terminal del buscador se ha caracterizado por tener la base de uno de los buques insignia de los propios fabricantes. Dicho esto, ¿habrá algún momento en el que la gran G negocie con Sony la fabricación de un Nexus con las características y rasgos de, por ejemplo, un Sony Xperia Z4?
Lo cierto es que a lo largo de los últimos años los rumores se han repetido, aunque finalmente no se han materializado. Sony ha aparecido en numerosas ocasiones en las papeletas, pero sin resultados visibles. Resulta extraño que el gigante de Internet no haya confiado en las dotes de los nipones habida cuenta de la repercusión que empiezan a generar los Sony Xperia de alta gama. Mientras tanto, HTC ha sido una de las marcas en las que más se han apoyado los norteamericanos. No tenemos más que ver cómo el Nexus One y el Nexus 9 han corrido a su cargo. Más importante si cabe ha sido Samsung, que se ha encargado de la fabricación del Nexus S, Galaxy Nexus y Nexus 10. En cuanto a LG, la base del LG G2 ha servido para comercializar el Nexus 5, probablemente uno de los smartphones Nexus más laureados de la corta historia de esta gama de terminales.
Con el Nexus 6 ya en el mercado y el Nexus 5 a punto de finalizar su ciclo comercial –existen evidencias de que dejará de comercializarse a partir del segundo trimestre de este año-, cabe la posibilidad de varios casos.
El más probable es que Google decida seguir adelante con la línea de dispositivos Nexus y, por tanto, se acercaría el momento de lanzar un nuevo modelo. La situación ahora mismo es propicia ya que el Nexus 6, por su condición de phablet (pantalla de seis pulgadas) y el Nexus 5 se encontraría dando sus últimos coletazos en el mercado. Ante esta perspectiva sería necesario lanzar un renovado Nexus. Que fuese Sony el fabricante encargado de dar forma a ese modelo se posiciona como el mejor golpe de efecto, tanto para Google como para el fabricante, que no pasa por su mejor momento. Y es que ese supuesto Nexus contaría con las características estéticas y técnicas de un Sony Xperia de alta gama que tanto enganchan a los usuarios. ¿Os imagináis un Nexus basado en el inminente Sony Xperia Z4?
El más drástico sería que Google hubiese decidido dar final a esta secuela de smartphones Nexus. Aunque parezca una locura debemos remontarnos unos años atrás para comprender por qué Google se inició en el mercado de los smartphones. Supuestamente, la multinacional tecnológica quería ofrecer a los fabricantes las pautas para diseñar un smartphone óptimo para sacar el máximo partido a Android, su verdadero negocio. En un primer momento fue el hardware, pero más adelante los Nexus supusieron la vía para hacer ver a usuarios y fabricantes que la interfaz nativa del sistema era la más acertada desde el punto de vista de la experiencia de usuario y rendimiento del conjunto. Y es que mientras Android se iba popularizando en el mercado, de forma paralela los fabricantes apostaron por aplicar una diferenciación en sus modelos con software propio y una capa gráfica totalmente personalizada.
Esta tendencia derivó en la denominada fragmentación, modelos sin actualizar con la última versión de Android, principalmente por el trabajo y la dificultad –en algunas ocasiones- de optimizar el firmware en combinación con una interfaz gráfica personalizada, a su vez actualizada y creada para trabajar de forma sincronizada con Android. Sin embargo, actualmente los fabricantes empiezan a comprender las ventajas de ofrecer Android con los mínimos retoques, ya que posteriormente el servicio de soporte y actualizaciones se simplifica. Una ventaja que se acrecienta si tenemos en cuenta que los usuarios cada vez valoran más que sus smartphones cuenten con las últimas versiones de software. De hecho, esa tendencia ya es mayoritaria en el mercado y existen ejemplos reales que demuestran el cambio de mentalidad de los fabricantes. HTC, por ejemplo, ha ido paulatinamente reduciendo el peso de HTC Sense en sus modelos. La última actualización del HTC One M8 con Android 5.0 Lollipop da buena muestra de ello, con una versión de HTC Sense 6 mucho menos intrusiva. Lo mismo sucede si nos fijamos en las recientes noticias acerca de TouchWiz en el Samsung Galaxy S6. Los surcoreanos habrían decidido conceder menos peso a la interfaz ya que a partir de ahora dejaría al usuario decidir qué módulos de dicha capa instalar.
Por tanto, ante esta nueva mentalidad de los fabricantes, la venta de un Nexus para marcar las directrices tendría cada vez menos sentido, razón igualmente válida para dejar de comercializar los modelos Google Play Edition, tal y como parece que va a suceder. Si así fuera, parece evidente que no veremos en un futuro un Nexus fabricado por Sony.